Cada vez que paso
por el libro de los Salmos veo con más claridad que es un libro PROFETICO.
Pasajes como el que analizaremos hoy, nos muestran claramente las cosas que ya
están sucediendo en el mundo como preámbulo de la gran tribulación y la segunda
venida de nuestro Amado Señor. Veamos:
Salmo
46:1-11 - 1 Dios
es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones. 2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra
sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; 3 Aunque
bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El
santuario de las moradas del Altísimo. 5 Dios está en medio de
ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. 6
Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la
tierra. 7 Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro
refugio es el Dios de Jacob. Selah
8 Venid, ved las
obras de Jehová, Que ha puesto asolamientos en la tierra. 9
Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el
arco, corta la lanza, Y quema los carros en el fuego. 10 Estad quietos, y conoced que
yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la
tierra. 11 Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro
refugio es el Dios de Jacob.
Este Salmo es una
descripción clara y exacta de los que sucederá en la segunda venida y de las
cosas que antecederán, pero es de mucha aplicación para nosotros sus hijos.
Dios es nuestro refugio, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones, para Él
no hay absolutamente nada imposible, todo lo puede.
No debemos olvidar
que el Dios de Jacob es nuestro refugio y que ÉL está con nosotros siempre,
dispuesto a ayudarnos y a sacarnos adelante sea cual sea nuestra situación.
Dios nos invita a que recordemos su Poder y su Grandeza, viendo como ÉL tiene
control hasta del más mínimo detalle, a fin de que no desfallezcamos y
confiemos plenamente en que ÉL está en control de nuestras vidas.
Para Dios no hay
nada imposible, ÉL está mirando la actitud de nuestros corazones y en su
momento responderá de acuerdo a lo que nos convenga y nos merezcamos (Casi
nada). Ya mismo estamos viendo GRANDES catástrofes en el mundo y no nos deben
asombrar, debemos estar quietos, plenamente conscientes de que Dios está en
control.
El consejo de Dios
es muy claro : En los momentos de dificultades, de tribulaciones, de
persecuciones, de escasez, en TODO momento Él está
a nuestro lado y con SU PODER lucha por nosotros la buena batalla, de manera
que nuestro deber es CONFIAR en ÉL, esperar en ÉL, entender que ÉL es Dios y
que no miente, y que su Nombre siempre será exaltado sobre toda la tierra. No
debemos amargarnos por las pequeñeces
que nos ocurren diariamente, sino poner cada situación en Sus Manos y esperar
confiadamente su respuesta.
Confiemos en que
Dios siempre está con nosotros y que es un Dios real, un Dios que no miente y
que jamás nos va a desamparar y a permitir que seamos avergonzados. Dios nos
dará la victoria en TODO.
Que como resultado de meditar este pasaje
queden muy firmes estas tres ideas:
1. Las EVIDENCIAS de Su venida son claras,
pero estamos tranquilos, ÉL está con nosotros (Vs 1-7)
2. El CONTROL está en sus manos (Vs 8-9)
3. Su VICTORA es evidente, debemos esperar apaciblemente, sin angustiarnos (Vs
10-11)
Dios nos ha
recordado hoy un cuadro de la segunda venida. Así como da instrucciones a su
pueblo, podemos aplicarlo para nosotros en la situación que vivimos hoy en día.
Esperar en Dios, sin amargarnos, sin estresarnos, ÉL es nuestro auxilio en las
tribulaciones
Recordemos que tenemos un Dios TIERNO y amoroso que no nos abandona y
que siempre está dispuesto a tendernos Su Mano, dándonos promesas muy
alentadoras. Debemos animarnos al ver las promesas de Dios tan claras y
precisas precisamente en el momento que vivimos de tantas dificultades, aunque
no son ni medio parecidas a las que pasará la tierra al final de la tribulación
y antes de su venida.
Jóvenes, los invito
a que apliquemos esta breve enseñanza, obedeciéndole a Dios, dejando a un lado
las angustias y los afanes, y confiando plenamente en sus promesas.
Testificando de ÉL sin avergonzarnos.
Los planes de Dios SON PERFECTOS y no van a
fallar en lo más mínimo.
No dejemos de congregarnos,
Fabio
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