Esta es la última entrada del año
y en medio de la lectura del libro de Job llegamos al capítulo 36 en el que podemos
conocer la exaltación que hace Eliú de la grandeza de Dios.
Centremos nuestra atención en la siguiente
porción de la palabra de Dios contenida en el mencionado capítulo.
Job
36:24-25
“Acuérdate
de engrandecer su obra,
La
cual contemplan los hombres.
Los
hombres todos la ven;
La
mira el hombre de lejos.”
De este par de versículos podemos
concluir lo siguiente:
RECORDAR NUESTRA MISIÓN
Lo primero que pide Eliú es que recordemos,
acción intelectual que en nuestro caso no es otra cosa que la de traer a la
mente la facultad que Jesucristo mismo nos dio para desempeñar un cometido
específico, leamos nuevamente el pasaje que lo establece.
Mateo 28:18-20
“Y Jesús se acercó y les habló
diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en
la tierra. Por tanto, id (1), y haced
discípulos (2) a todas las naciones (3), bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo (4); enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado (5); y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo (6).
Amén.”
EL DEBER DE ENGRANDECERLA
En segunda medida Eliú establece
que es nuestra obligación exaltar y elevar su obra a un grado o dignidad
superior, entendiendo que las almas de los hombres son en extremo importantes
para él.
Todo comienza con la fe y el
pleno convencimiento de Cristo.
Juan 6:28-29
“Entonces le dijeron: ¿Qué
debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les
dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis
en el que él ha enviado.”
Cada día debemos incrementar
nuestro esfuerzo y trabajo para el Señor.
I de Corintios 15:58
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la
obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en
vano.”
LA OBRA ES DE DIOS
Eliú utiliza un posesivo para
determinar que la obra es de Dios, y en ella no hay espacio para el
individualismo y el egoísmo, es un trabajo en equipo.
II de Samuel 10:12
“Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades
de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le pareciere.”
Salmos 31:24
“Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento
vuestro corazón.”
I de Crónicas 28:20
“Dijo además David a Salomón su
hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque
Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él
no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio
de la casa de Jehová.”
LOS HUMANOS CONOCEN LA OBRA DE DIOS Y ESTÁN OBSERVÁNDOLA CONSTANTEMENTE
Finalmente Eliú expresa que el
mundo aunque lo niegue, todas las personas tienen en la creación el reflejo
claro de la obra de Dios y los preceptos divinos se encuentran escritos en su
sangre y en su corazón.
Romanos 1:20
“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas
hechas, de modo que no tienen excusa.”
Romanos 2:14-16
“Porque cuando los gentiles que
no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan
ley, son ley para sí mismos, mostrando
la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y
acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios
juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.”
Jóvenes, recordemos la gran
comisión, engrandezcamos la obra de Dios y tengamos presente que la humanidad
está observándola y en medio de la oscuridad ve la luz de la salvación. Finalicemos esta
entrada con el pasaje contenido en II de Timoteo 4:5: “Pero tú sé sobrio
en todo, soporta las aflicciones, haz obra
de evangelista, cumple tu ministerio.”
Un abrazo fuerte,
feliz, feliz año.
MAC
1 comentario:
=) =) =)
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