Aparte del Modelo
de Dios, reflejado 100% en Jesucristo, Dios nos ha dejado un modelo de carne y
hueso como nosotros, el apóstol Pablo, a quien también debemos imitar
conociendo la Sana Doctrina que él nos ha enseñado, y además todo lo que tuvo
que padecer y el buen testimonio de conducta, propósito, fe, longanimidad
(Constancia de ánimo en las adversidades), amor y paciencia que nos dejó. Miremos
atentamente este pasaje tan edificante y que tiene mucho que ver con la
enseñanza que recibiremos el domingo acerca de ser un buen discípulo de Jesús,
apegado a las Santas Escrituras:
10Pero tú has seguido
mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11persecuciones,
padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido,
y de todas me ha librado el Señor. 12Y también todos los que quieren
vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13mas los
malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo
engañados. 14Pero persiste tú en lo que has aprendido y te
persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15y que desde la niñez
has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la
salvación por la fe que es en Cristo Jesús.16Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra.
2 Timoteo 3:10-17
Tanto en Pablo como
en Timoteo, podemos ver toda la
manifestación del poder de Dios que también actúa en cada uno de nosotros.
Ya sabemos cómo
terminarán los malos y los engañadores, lo estamos viendo en forma casi
permanente con la muerte de las cabecillas de los grupos armados y de bandas criminales,
lo estamos viendo con los corruptos que van cayendo uno a uno.
Es apenas natural
que los que vivimos piadosamente, queriéndole obedecer a Dios, vamos a ser
perseguidos, pero la invitación que Dios nos hace es a que PERSISTAMOS y que no
desfallezcamos, confiando plenamente en que es DIOS quien nos enseña y nos guía
para trabajar para ÉL.
Debemos mantenernos
firmes en la Doctrina que hemos aprendido a través de las Santas Escrituras, a
través de las cuales conocimos el camino de la verdad y el plan de Salvación
que Dios tiene para los hombres. Y gracias a Dios, hemos podido comprobar que
vienen directamente de Dios y que tienen el poder, no solamente para salvar,
sino para enseñarnos el camino correcto, mostrar el camino errado, para
corregir a los que se oponen y para instruir en justicia, a fin de que el
hombre de Dios sea Perfecto, enteramente preparado para toda buena Obra.
Dios a través de su
Palabra nos equipa poderosa y suficientemente para que podamos hacer la tarea
que nos ha sido asignada, llevándonos primeramente a la perfección y
permitiéndonos dar buen testimonio de vida para que luego podamos testificar
con sus mismas Palabras para salvación del mundo entero.
Podríamos resumir
esta enseñanza en 3 puntos claves:
1. Tenemos además de Cristo el ejemplo de
Pablo y Timoteo y nosotros no vamos a ser la excepción. Habrá pruebas duras,
adelante (Vs 10-13)
2. Tenemos el MANUAL PERFECTO que nos da la
SABIDURÍA para manejar cada circunstancia (Vs 14-15)
3. Tenemos la promesa de Dios de que a través
de sus instrucciones seremos perfeccionados y entrenados para su Obra (Vs
16-17)
Somos
bendecidos, tenemos un Dios Paciente y perfecto que no omitió ningún detalle al
escribir Su Palabra, dándonos todas las herramientas para nuestra Santificación.
Es impactante ver la confianza que Dios nos da en Su Santa Palabra, en donde
tenemos toda la doctrina para enseñar, corregir, redargüir e instruir en
justicia.
Lo
más importante, como siempre lo decimos, es que apliquemos la enseñanza, permitiendo
que la Palabra de Dios OBRE en nuestras vidas a través del Espíritu Santo para
que permanentemente estemos avanzando, ojalá a pasos agigantados en ese proceso
de SANTIFICACIÓN.
Si no has iniciado
tu DISCIPULADO es hora de hacerlo, habla con tus líderes y no lo dudes más,
Te esperamos,
Fabio
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