viernes, 2 de octubre de 2015

VISTIÉNDONOS de la LUZ de CRISTO


El mandamiento de Dios es muy claro : Lo único que yo debo deberle a los demás es amor, es necesario pagar TODO lo que debo y tener claro que lo único que estaré debiendo siempre a los demás es AMOR.

8No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. 9Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. 11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. - Romanos 13:8-14

Que lindo sería que cada mañana me despertara no pensando en qué debo pagar hoy, de donde voy a sacar la plata, sino en A QUIEN me falta AMAR, a quien no he compartido, a quien no me he acercado a hablarle de CRISTO. Esa deuda de AMOR la puedo pagar perfectamente, sin angustias, ya que en mi corazón reposa el amor de CRISTO y puedo extraer para dar todo lo que necesite, sin el temor de que vaya a agotarse.

El AMAR es la única deuda que nunca debemos terminar de pagar… Es una deuda infinita. Mi vida debe ser un eterno TESTIMONIO, completamente alejado del PECADO, si no hay pecado, es porque HAY AMOR hacia mi prójimo, y no hay ningún deseo de hacer daño a los demás.

La venida de nuestro Amado Señor está muy cerca, mi mente y mi corazón debe alejarse más y más de las cosas materiales y enfocarme más en las almas de los hombres. Mi testimonio debe ser impecable, debo saber perdonar y amar para que los demás vean en mi la LUZ de Cristo y crean a la predicación del Evangelio. Debo vestirme cada vez más del Señor Jesucristo y dejar por completo de proveer para los deseos de la carne.
             
Dios nos recuerda hoy un tema bien importante; El AMOR al prójimo y la santificación permanente. Tenemos un Dios cuya naturaleza es AMOR y por eso nos insiste tanto en AMAR a los demás, reflejando la LUZ de Cristo a fin de que la predicación del Evangelio sea más efectiva.

Me impacta ver como Dios me muestra que la MAYOR deuda que tengo es el AMAR a los demás. Entender que si AMO a los demás debo deshacerme de toda manifestación de pecado a fin de que pueda reflejar la LUZ de Cristo para que así la gente crea a la predicación del Evangelio.

Una buena forma de aplicar este pasaje es practicando permanentemente ese AMOR hacia el prójimo, pensando y orando siempre antes que nada por la SALVACIÓN de aquellos que aún no conocen de Cristo. Esforzándome al MÁXIMO para que mi vida sea un fiel REFLEJO de la LUZ de Cristo a fin de que la gente CREA y sea salva por la predicación del Evangelio respaldada por un testimonio claro.

Ven a la Iglesia, edifícate, crece, da fruto


Fabio

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