viernes, 17 de julio de 2015

SIGUIENDO a JESÚS


Reflexionando un poco sobre el tema que he venido enseñando a la Iglesia sobre el AUTO DESPOJO de Cristo, me impactaba en mi devocional este precioso pasaje en el libro de Juan.

20Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta. 21Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús. 22Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. 23Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. 24De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará 26Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará. - Juan 12:20-26 

Este pasaje me recuerda que así como fue necesaria la muerte de Jesús para que tuviéramos vida eterna, de la misma manera, es necesario que nosotros MURAMOS AL PECADO a fin de dar FRUTO que permanezca.

Debemos depositar toda nuestra confianza en Jesús en nuestra lucha diaria con el pecado, solos no podemos, pero en Su Poder y en Su Gracia tendremos victoria, y así la Luz de Cristo resplandecerá en nosotros para llegar al mundo perdido. Es necesario ABORRECER nuestra vida en este mundo, es decir nuestra vida pecaminosa. Nuestros ojos deben estar puestos siempre en Jesús, si queremos servirle, debemos seguirle, obedecerle, imitarle, hacer lo que ÉL nos mande que hagamos, con mucha fidelidad y absoluta obediencia.
A raíz de esto, he pensado mucho en la verdadera SANTIDAD, la verdadera preparación para ser un FIEL SEGUIDOR de Jesús. Dios ha puesto en mi corazón enseñar este domingo sobre el Salmo 139, los invito a escucharla y a VIVIRLA…

Salmo 139:23-24 -  Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.

La promesa del Señor en Juan 12:20-26 es muy linda: Que donde ÉL esté, allí también estaremos sus servidores y que el Señor nos honrará, ¡ Que gran PRIVILEGIO !
 
Jóvenes, es hora de morir al pecado que mora en nosotros, de aborrecer nuestra vida de pecado, nuestra vida pasada. Si queremos servirle al Señor, debemos seguirle, tratar de ser como Jesús, buscar siempre la compañía y la guía del Señor y esperar en sus promesas que son preciosas.

Hoy aprendo que lamentablemente Muchos quieren conocer a Jesús pero sólo por curiosidad (Vs 20-22), pero Jesús manifiesta que es necesaria su muerte para salvar a los seguidores de corazón (Vs 23-24), Jesús manifiesta que es necesario que muramos a este mundo para tener las promesas de la Vida Eterna (Vs 25-26)

Dios nos invita a morir a la vieja naturaleza para dar FRUTO que permanezca y cómo no obedecerle sabiendo que tenemos un Dios que nos ha dado el EJEMPLO a seguir a través de la vida de nuestro Amado Jesús.

Me impacta en este pasaje ver la comparación tan linda que Dios hace entre la muerte de la semilla y la muerte nuestra al pecado para poder dar BUENOS FRUTOS


Ojalá lo apliquemos luchando a muerte contra la vieja naturaleza, abandonando TODA vida de pecado, orando y recurriendo a Su Gracia  para que nuestras  vidas sean un fiel reflejo de la LUZ de Cristo para salvación de muchas personas. 

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