martes, 5 de mayo de 2015

LA ALABANZA QUE AGRADA A DIOS

El salmo 145 es un canto de alabanza de David, que nos enseña también como es que a Dios le agrada que le alabemos sus hijos y todo aquel que le invoca de veras.

Salmo 145: 1-3 "Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
Grande es Jehová; y su grandeza es inescrutable."

Primeramente reconocer lo que es Dios para mi y más importante aun experimentarlo en mi vida, que realmente es mi Dios, que no hay nada por encima de él, no hay idolatría en mi vida, es el dueño de mi adoración; mi Rey, el dueño absoluto de mi vida, a él sirvo, le doy honra y gloria, , me postro ante él, es soberano en mi vida; Reconocer su grandeza y entendiendo que la misma es inescrutable, no las puedo contar ni enumerar, y que es digno de suprema alabanza.

(vers. 8, 9). Dice que es clemente y misericordioso, lento para la ira y grande en misericordia, es bueno para con todos. (14 en adelante) Es el que me sostiene cuando caigo y me levanta, abre su mano y nos colma de bendiciones, es justo, es cercano a los que le invocan de veras, cumplirá el deseo de los que le temen, oirá nuestro clamor y nos salvará, guarda a todos los que le aman.

Cuando conocemos a nuestro Dios y experimentamos al buen Dios que tenemos, naturalmente sale, brota esa alabanza que le agrada a él, va a ser nuestro culto racional, es lo menos que podemos hacer ante tanta grandeza, ante su majestad, ante su misericordia para con nosotros, ante sus hechos poderosos que ha hecho a lo largo de la historia y en nuestra propia vida, que nos asombran, nos maravillan y nuestra alma lo sabe muy bien.

Todo esto debe resultar en una alabanza que retumba en las naciones: 

Salmo 145: 6,7; 10-13; 21

"Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza.
Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y cantarán tu justicia. 

Te alaben, oh jehová, todas tus obras, y tus santos te bendigan.
La gloria de tu reino digan, y hablen de tu poder, para hacer saber a los hijos de los hombres, sus poderosos hechos, y la gloria de la magnificencia de su reino.
Tu reino es reino de todos los siglos, y tu señoría en todas las generaciones.

La alabanza de Jehová proclamará mi boca; y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre."

En esto debe resultar la alabanza que agrada a Dios, en fruto. Alguna vez escuche que la alabanza verdadera y las misiones van de la mano y este salmo lo confirma rotundamente, el fruto de la alabanza es gloria para nuestro Señor, si nuestra alabanza no produce gloria, algo pasa y debemos meditar en nuestros caminos.


Un abrazo.

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