viernes, 15 de mayo de 2015

DIOS siempre está DISPUESTO a RESTAURARNOS

Pasando por el libro de Jeremías, encuentro este lindo pasaje en donde veo nuevamente la grandeza y el AMOR de Dios, siempre dispuesto a perdonarnos y a encaminar nuestros pasos.

10Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.11Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. 12Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; 13y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. 14Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar. - Jeremías 29:10-14

Entendiendo que es  una profecía para la nación de Israel, la cual, como todas, se cumplió al pie de la letra, es un pasaje en el cual hay mucha aplicación personal para nosotros. Es un pasaje que nos invita a reflexionar que a veces pensamos que tenemos a nuestro lado un Dios violento, bravo, castigador, pero lo que ÉL mismo nos dice es todo lo contrario. Los pensamientos que ÉL tiene acerca de nosotros son pensamientos de PAZ y no de mal.

Él quiere darnos el fin que esperamos. Dios quiere lo mejor para nosotros, Él pacientemente espera a que lo escuchemos y le obedezcamos para que haya PAZ en nuestras vidas, para que todo sea armonía y prosperidad. Dios no quiere ningún mal para sus hijos. ÉL pacientemente espera a que nos arrepintamos, a que le INVOQUEMOS, a que nos acerquemos a ÉL, que le OREMOS con un corazón puro y sincero, y está ahí, presto a escuchar. Él quiere que nos pongamos en sus manos y que dejemos que sea Él el verdadero ALFARERO de nuestras vidas.

Si le buscamos, los hallaremos, pero ÉL mismo lo enfatiza, que esa búsqueda debe ser de TODO nuestro corazón. Dios nos promete, al igual que a los judíos el librarnos de nuestra esclavitud del pecado y del mundo para llevarnos a vivir eternamente en Su Presencia.

Ese GRAN DIOS de AMOR permite momentos de prueba y tribulación por nuestro pecado ya que el pecado siempre traerá consecuencias, pero, ÉL gentilmente nos invita al arrepentimiento y nos promete su perdón y restauración.

Este pasaje, para mí, es una voz de consuelo en donde nos muestra que Dios está dispuesto a CUIDARNOS y no a castigarnos y en donde nos invita a buscarlo en oración con un corazón limpio. Es muy refrescante saber que tenemos un Dios de AMOR y de MISERICORDIA y no un Dios castigador. Un Dios que ha cumplido y cumplirá todas sus promesas, porque es DIOS.

Hoy me impacta ver que Dios solo espera que lo busquemos de todo nuestro corazón para responder a nuestros clamores. Que Dios no nos va a abandonar, siempre y cuando lo busquemos con un corazón sincero.

Y creo que la mejor forma de aplicar esta enseñanza es cambiando mi imagen de Dios, entendiendo que es un Dios amoroso que está presto a mis oraciones, por lo tanto debo tener un corazón siempre limpio para tener la certeza de que al invocarlo, Él me escucha. No debo ver a Dios como un Dios castigador, sino un Dios amoroso que quiere lo mejor para sus hijos en todo el sentido de la palabra.

Isaías 1:18  - Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta:
si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos;
si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

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