miércoles, 8 de abril de 2015

LA SANTA CENA UNA ORDENANZA DIVINA


Una de las ordenanzas que nuestro señor Jesucristo nos dejó, es la que muchos cristianos llamamos: “La santa cena o mesa del Señor”. Si quisiéramos entender un poco el contexto de esta ordenanza divina nos tendríamos que remontar a la fiesta de la pascua o llamada también fiesta de los panes sin levadura, en el libro de Éxodo 12:8-14 donde podemos leer la forma como un cordero sin defecto era sacrificado, su sangre se ponía sobre los dos postes y el dintel de la casa de los judíos (mostrando una cruz) de esta forma esa sangre era una señal para que la muerte de los primogenitos dicatada por Dios en cada casa egipcia no tocara las casas de los judios que estaban esclavos en Egipto  (salvación de la muerte eterna gracias a la sangre) , la carne de este cordero era asada al fuego y era consumida con los panes sin levadura. Esta tradición era un estatuto para los judíos que celebraban la pascua en una fecha específica del año que mostraba la salvación de la esclavitud del pueblo judío, su salida de la esclavitud y su peregrinaje a una tierra prometida.
 
Es interesante como los evangelios relatan ese momento especial donde Jesús y sus discípulos compartieron esta cena de la pascua. Está cena es tan especial porque una vez más Jesús les anuncia su muerte y la forma como iba a ser entregado por uno de los doce, es así como comparte el pan sin levadura tipificando su cuerpo sin pecado que iba a ser molido por nuestros pecados y el vino que ilustra su sangre derramada por los pecados de la humanidad, puedes leer esta historia en cada evangelio como por ejemplo en Marcos 14:12-15. De esta forma podemos ver como Jesús siendo judío cumplia con todos los estatutos del antiguo testamento, llegando a la cruz hasta decir todo se ha cumplido.
Ahora  en el nuevo testamento, es importante que veamos como la santa cena es una ordenanza del Señor para su iglesia, entendiendo que Cristo es nuestra pascua que ya fue sacrificada por nosotros como lo enseña 1 Corintios 5:7-8 ahora somos una masa nueva sin levadura gracias a la obra redentora de nuestro salvador.
Ahora la iglesia como cuerpo de Cristo como lo enseña Romanos 12:4-5 se reúne en torno al pan y el vino y de esta forma recordamos y anunciamos la  muerte de Cristo hasta que el venga como lo leemos en 1 Corintios 11:23-26, pero también la santa cena tiene otros propósitos que podemos leer en:
1 corintios 11:17-22, Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados. Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
Es una tiempo de limpieza para la iglesia, aquí vemos dos problemas  de quienes se congregan como iglesia. Numero uno: las divisiones que pueden existir entre los creyentes  y numero dos el enfoque carnal de lo que se hace, pensando que es un momento para llenar nuestro apetito físico y para emborracharnos,  lo cual muestra un propósito carnal.
La santa cena es también un tiempo de auto-reflexión como lo enseña 1 Corintios 11: 27-34 es un tiempo para probarnos a nosotros mismos, examinarnos, ver si estamos caminando en la verdad y sinceridad, ver si la levadura de la cual fuimos limpios está buscando  contaminarnos de nuevo con cosas que son del pasado y de las que debemos recordar que ya fuimos lavados con la sangre de Jesús como lo enseña 1 Corintios 6:9-11.
Por último el mismo texto de 1 corintios 11:27-34 nos recuerda la importancia de mantenernos limpios para el Señor y de aún no tomar indignamente de su copa, recordandonos su disciplina sobre nosotros sus hijos, disciplina que no deberiamos menospreciar ya que esto puede llevar al creyente a la misma muerte como disciplina de Dios.
Te animo mi hermano a que cada vez que tengas la oportunidad de participar en una santa cena, recuerdes la importancia de lo que estás haciendo, valores el sacrificio de Jesucristo y reflexiones sobre tu andar cristiano, recuerda que Dios al que ama disciplina...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bueno que la Iglesia entienda esto. La Santa cena es un MANDAMIENTO... Fabio