miércoles, 11 de marzo de 2015

AUNQUE TIEMBLE NO TEMERE...



Salmos 46:1-3 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;  Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah

Que tremenda promesa y más con lo que vivimos los colombianos el día de ayer 10 de marzo de 2015, un fuerte temblor de 6.6 que movió la tierra y asusto a muchos.

Minutos antes del temblor, yo estaba con mi hija de 5 años haciendo el devocional que la iglesia nos da, aprendiendo sobre lo que implica dar gracias a Dios en todo (1 tesalonisenses 5:18),  a mi lado un joven trabajaba con su computadora pero más parecía estar interesado en lo que estábamos leyendo en la biblia que en su equipo de cómputo, de pronto llego el sacudón y a los pocos segundos el siguiente sacudón que hizo que la gente que se encontraba en el centro comercial donde estaba entrará en pánico, algunas personas lloraban y mencionaban a sus hijos, otras personas solo se movían rápido angustiados, otros decían: SEÑOR, SEÑOR, JESÚS, JESÚS….. Mi pequeña me preguntaba papi que está pasando y yo le decía “tranquila mi amor, está temblando, pero pronto pasará, Dios nos cuida, caminemos hasta la salida”, ella me miró a los ojos, me apretó la mano y caminó tranquila junto a mi lado.

Aunque soy un padre imperfecto y débil cuanta confianza y tranquilidad le pude dar a mi hija y esto me hace pensar en nuestro PERFECTO Y TODO PODEROSO PADRE, DIOS ETERNO. 

Lo que encontramos en el Salmo con el que comencé la entrada es que Dios es: nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. 
Luego nos enseña lo que debemos hacer: “no temeremos” y luego continua con las dificultades que pueden pasar: temblores, terremotos, inundaciones, tsunamis etc.

No temas, si estas con el Señor, no debes temer si has puesto tu confianza en el Señor Jesucristo, no temas si ya has nacido de nuevo, si te has arrepentido de tus pecados y has aceptado por fe a Jesús entonces no debemos temer, más bien deberíamos preocuparnos por saber que nuestros familiares que no tienen a Jesús (1 Juan 5:12) pueden morir físicamente y pasarían una eternidad en condenación y eso sí sería la peor catástrofe.
Confía en el Señor y lleva esperanza al que no la tiene, al que no sabe qué puede pasar si llegare a morir. Yo creo que este sacudón físico es un sacudón espiritual para que los cristianos recordemos que el Señor viene pronto. Dios los bendiga y use poderosamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que lindo testimonio y que buena exhortación. Gracias.