miércoles, 21 de enero de 2015

LA BIBLIA: LEERLA, MEDITARLA, OBEDECERLA Y DISFRUTARLA



Creo que uno de los pasajes más famosos de la biblia en el antiguo testamento es Josué 1:8, pensaría que un gran porcentaje de cristianos lo sabemos de memoria, pensando en la importancia de este pasaje para Josué como nuevo líder del pueblo de Israel y para nuestras vidas, me gustaría que una vez más meditáramos sobre este texto y lo que Dios espera que hagamos con su palabra, la biblia, su consejo para nuestras vidas.
Podríamos pensar de Josué 1:8, como lo que debes hacer con la biblia y podemos dividirlo fácilmente en 4 partes:

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley Leer y compartir la biblia
El libro de la ley para nosotros es la biblia completa de pasta a pasta que Dios nos ha dejado, llamada también: La palabra profética más segura 2 pedro 1:19-21, La escritura inspirada por Dios 2 Timoteo 3:16, la palabra de Dios que es viva y eficaz Hebreos 4:1, la leche espiritual no adulterada etc.  El mandato es NUNCA apartar de la boca este libro, lo cual tiene dos aplicaciones:
Leer la Biblia, como lo enseña Hechos 17:11-12 todos los días, deseándola como un bebe desea su leche, como lo ilustra 1 pedro 2:2 y enseñarla, como lo enseña Deuteronomio 6:6-9. Trasmitirla en nuestra casa, a nuestra familia, a nuestro entorno social y al mundo entero, haciéndolo con la pasión que lo hacía Esdras en Nehemías 8:1-8.
 
Una segunda cosa que Dios nos pide que hagamos con su palabra es:
”Sino que de día y de noche meditarás en él,” Meditarla todo el día   
La expresión día y noche hace referencia a que es en todo momento, el mandamiento es MEDITAR en lo que aprendí de la Biblia, es decir recordar, pensar en lo aprendido en la biblia, sacar todo el máximo provecho de lo leído, como lo enseña la biblia en  Salmos 119:97 esa meditación viene de una amor sincero por la palabra, una adoración a Dios que da como resultado la meditación en sus dichos para nosotros. Salmos 104:33-34.
 
En la tercera parte del texto encontramos el deseo de Dios de que Memoricemos y obedezcamos su palabra “Para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;”
Dos palabras muy relacionadas #1 “Guardar” que hace referencia a memorizar la biblia, guardarla en el corazón y que nos lleva a la segunda “hagas” que significa obediencia. Dos palabras que se ven claramente en el Salmos 119:9-11 guardando la biblia para no pecar contra Dios.
Ahora de nada nos sirve leer todos los días la biblia, sabernos versos de memoria, si nuestra vida no cambia, si cada día no estamos muriendo a nuestra carne para que vivamos por el espíritu. Es por eso que Santiago 1:22-25 dice que no seamos tan solo oidores de la palabra sino también hacedores de ella.

El texto termina con la bendición de un Padre para sus hijos obedientes, que nos anima a nosotros como hijos de Dios y nos hace descansar en sus promesas  de bendición en medio de estar en el centro de la voluntad de Dios “Porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.
El camino de nuestra vida será prospero, seremos bienaventurados, en otras palabras no habrá pierde no habrá temor de lo que nos pueda pasar, ya que todo será para bien, como lo enseña Romanos 8:28 nuestra actitud con la palabra muestra el amor que le tenemos a Dios y la promesa de que los que le aman todas las cosas les ayudan a bien. Quisiera terminar con este pasaje que concluye bien todo lo anterior:

2 Crónicas 31: 21 En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado

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