viernes, 5 de diciembre de 2014

Sometimiento a Dios, PURIFICACIÓN y SANTIDAD

Debemos disfrutar plenamente de la GRACIA de Dios y descansar plenamente en ÉL, en sus mandamientos y en sus promesas. Es necesario permanecer en ese proceso de purificación y santidad a fin de que nuestro testimonio sea el primer paso para ganar las almas de los hombres que están a nuestro alrededor, especialmente en ésta época de navidad.
 
6Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.7Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 9Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. 10Humillaos delante del Señor, y él os exaltará. Santiago 4:6-10
 
Muy seguramente la causa de los momentos difíciles que vivimos no es otra que el pecado. Tal vez hay orgullo, celos, falta de paciencia, aún pereza y muchas cosas más. Pienso que nos falta mucha humildad, mucha diligencia, mucha misericordia. Hay mucha escoria de pecado en nosotros, que aunque parezca insignificante, está impidiendo una buena relación con Dios y por eso, Él tiene que disciplinarnos.
 
El consejo que Dios nos quiere dar es VALIOSISIMO e IMPORTANTISIMO: Debemos SOMETERNOS a ÉL, poniendo todo de nuestra parte para no caer en las artimañas del enemigo, el cual pone la tentación y nos hace caer en pecado. Debemos acercarnos a Dios con un corazón sincero, hablando con ÉL como con mi amigo, porque realmente así es.
 
Nunca debemos sentirnos solos, en esos momento de soledad (Vendrán muchos) debemos aprovechar para hablar con ÉL buscar su compañía y refugiarnos en ÉL pidiendo purificación para nuestra vidas.
 
Debemos recibir las duras pruebas de problemas de salud, falta de recursos, y otras similares, como una PAUSA en nuestras vidas para que durante ese tiempo entendamos QUIEN ES NUESTRO SEÑOR, en Quien debemos refugiarnos, debemos recibir estas duras pruebas como el MEJOR REGALO, ya que a través de ellas vamos a estar MUY CERCA de nuestro Señor sintiendo Su mano puesta sobre cada uno de nosotros.
 
Debemos entender que el TIEMPO DE PRUEBA,  es un tiempo para PURIFICAR nuestros corazones, para limpiar nuestras manos, para cambiar nuestro estado de ánimo, para unirnos más a nuestra familia. Serán días bien especiales, en donde podremos llorar y lamentarnos y afligirnos delante de ÉL derramando todas nuestras angustias y quebrantos delante de ÉL para sentir SU CONSUELO. Es necesario tener un buen tiempo para humillarnos delante de nuestro Señor a fin de que nos regale una vida TOTALMENTE transformada por el resto de días que ÉL nos quiera regalar en esta tierra.
 
Por favor, OBEDEZCAMOS a sus RECOMENDACIONES, son muy sabias:   
 
ü  Confiar en la gracia de Dios y vivir disfrutando de ella
ü  Someterme a Dios en todo
ü  Resistir a las artimañas de tentación del diablo, oyendo al Espíritu Santo
ü  Acercarme a Dios con un corazón sincero
ü  Sentir la presencia y compañía de Dios en cada instante
ü  Limpiar mis manos de pecado
ü  Purificar mi corazón reflejando un estado de ánimo diferente y constante
ü  Afligirme delante de mi Señor
ü  Lamentarme por mis errores con verdadero arrepentimiento
ü  Llorar con lágrimas de arrepentimiento y sinceridad
ü  Humillarme delante de mi Señor desnudando mi vida y esperando que sea ÉL quien me levante
ü  Aprovechar los días de soledad para entregarme de LLENO a mi Señor.
ü  Y que sea una DECISIÓN para toda la vida.
 
En este pasaje, Dios nos ha recordado el sometimiento a ÉL, nuestra purificación y Santidad (Tiempos de Soledad)
 
Tenemos un Dios apacible que nos invita permanentemente a entrar en Su Presencia purificándonos de nuestros pecados, descansando en ÉL, humillándome ante ÉL, y entregándole todas nuestras cargas.
 
Me impacta ver como en esta época tan propicia para el pecado y el desenfreno, Dios de una  forma tan tierna y sabia nos invita a resistir al diablo que nos asecha permanentemente y a acercarnos más a  DIOS con nuestra manos limpias de pecado, descargando sobre ÉL todas nuestras angustias, y ver como Dios me promete que nos sacará adelante.
 
Estoy convencido de que la mejor forma de aplicar esta enseñanza es entregándonos 100% en las manos de nuestro amado Señor, purificándonos de toda mancha de pecado y con la plena certeza de que ÉL nos sacará adelante en todas nuestras tribulaciones.
 
I Juan 1:9 : Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un mensaje muy propicio para esta época, y para siempre, gracias