Algo
que honestamente me molesta es la falta de coherencia en aquellos que con sus
bocas afirman amar a Dios pero con sus vidas demuestran todo lo contrario. Dicen
que aman a Dios, pero rara vez miran en Su Palabra; proclaman su amor por el
Señor, pero no hacen conforme a lo que dicen. Publican con sus labios el amor y
el sufrimiento de Jesús, pero de vez en cuando
u ocasionalmente asisten a “sus” iglesias para entender el plan del
Amado Jesús para sus vidas.
Dice
Juan 14 en los siguientes versos:
15
– “Si me
amáis, guardad mis mandamientos.”
23-24 – “El que tiene mis
mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado
por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Respondió Jesús y le
dijo: El que me ama, mi palabra
guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El
que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía,
sino del Padre que me envió.”
Punto.
Dios es tan claro. De nada sirve una espiritualidad aparente si no estamos de
corazón guardando Sus Mandamientos. El que ama a Dios guardará Su Palabra. El
que no ama a Dios no guardará Sus Palabras.
26-27
– “Mas el
Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. La
paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe
vuestro corazón, ni tenga miedo.”
El
Espíritu Santo de Dios nos enseñará todas las cosas En La Palabra de Dios, para
que entonces las guardemos y las pongamos por obra, y como consecuencia de esto
y en medio de un mundo de aflicción; tengamos literalmente la Paz que ÉL mismo
nos prometió.
Dice
Juan 15 en los siguientes versos:
4-5 – “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar
fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece
en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer.”
Si
permanecemos en Él, oyendo y haciendo Su palabra, entonces llevaremos mucho
fruto. Si no lo hacemos el fruto será nulo. Una vida desperdiciada y vacía
donde aunque proclamemos a los 4 vientos nuestra fe, el fruto no se verá por
ninguna parte.
7-8
– “Si
permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que
queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis
mucho fruto, y seáis así mis discípulos.”
Si
permanecemos en ÉL, oyendo y haciendo; entonces el nos oirá, y todo lo que
pidamos a El en el Nombre que es sobre todo nombre y conforme a su voluntad,
será hecho porque Fiel es El que prometió.
12-14
– “Este es mi
mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por
sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.”
Que
nuestra fe se vea por nuestras obras. Por la forma como nos conducimos día a
día y no por palabras vanas e infladas saliendo de nuestros labios. Somos
amigos de Jesús, si en realidad hacemos lo que Él nos manda.
Un
abrazo y nos leemos mañana,
1 comentario:
Así es... Gracias
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