miércoles, 22 de octubre de 2014

NO PERMITAMOS QUE HAYA ALGÚN ACÁN


 
No es posible controlar la fe de otros o los comportamientos de nuestros hermanos en Cristo verdad?? A veces los líderes de las iglesias de sana doctrina a lo mejor quisieran tener super poderes para evitar que los seguidores de Cristo tropezaran en pecado que traerá consecuencias para toda la iglesia de alguna manera.
En el libro de Josué cuando la nación de Israel estaba en plena conquista de la tierra prometida un hombre llamado Acán hizo lo que no se debía hacer, y esto ocasionó una cruel derrota para su pueblo. Si lo analizamos a nuestro humano parecer lo que hizo Acán puede parecer poco trascendente ya que codició un manto que le gustó y un dinero que estaba ya abandonado cuando estaban ya derrotados los hombres de Jericó. (Josué 7:21) Sin embargo una vez más la Biblia  nos demuestra que para Dios no hay pecados graves y leves, la desobediencia a Sus mandamientos es lo que Dios juzga con igual justicia.
Dios hizo a la nación de Israel responsable en forma colectiva por la desobediencia deliberada de Acán, pues la ciudad había sido declarada por Dios como anatema, es decir como apartada de Dios, prácticamente maldita, al igual que todo lo que estaba en ella. (Josué 6:17) Así que de esa manera lo que hizo Acán fue contaminarse de algo maldito y por ello toda su nación resultó lastimada por la falta de obediencia de uno solo.
Ese mismo principio es el que encontramos en el Nuevo Testamento en cuanto a la importancia de la unidad de los creyentes y lo hemos vivido como iglesia, Dios no nos ha permitido más victorias porque en medio de la iglesia hay quienes están exponiéndose sin ningún temor a Dios a las seductoras tentaciones del mundo y han caído y han obstaculizado la gloria de Dios para Su iglesia. Es la realidad, si no hay arrepentimiento pronto, si no sale a la luz el pecado, habrá muchas oraciones que se quedarán sin responder así Dios quiera responder con UN SI, AMÉN!! Pero cuida de Su iglesia, cuida de Sus hijos, así que si te está pasando algo como lo de Acán, confiésale a Dios tu falta, habla con tu líder si es necesario y apártate de los lugares oscuros a donde te está conduciendo tu propia concupiscencia.
En éste pasaje Dios a pesar del ardor de Su ira, nos enseña a como reaccionar con misericordia y amor frente al Acán
Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, da gloria a Jehová el Dios de Israel, y dale alabanza, y declárame ahora lo que has hecho; no me lo encubras. Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel, y así y así he hecho.” Josué 7:19-20
Josué llegó a Acán como un padre, con amor, el sabía la terrible consecuencia que le sobrevendría,pero aprendí que siempre habrá mas sabiduría en el amor que en la soberbia, así nos amamos los unos a los otros y damos ocasión a que sepamos que cualquiera pueda caer, empezando por nosotros mismos, pero no vale la pena para nada, habrá demasiadas pérdidas, en cambio que emocionante seguir viendo muros destruídos como el de Jericó para darle paso a la victoria del Espíritu sobre la carne cada día.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por esta enseñanza, es real.