domingo, 22 de enero de 2012

DIOS SE ERREPIENTIÓ DEL MAL QUE HABÍA DICHO QUE LES HARÍA

“Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo”. JONÁS 3:10


Es impresionante ver el amor tan grande de Dios hacia su creación máxima, “el hombre”. Luego de que Jonás desobedece a Dios y decide huir de Él, pasa por un número grande pruebas que lo llevan al arrepentimiento y como consecuencia la obediencia como profeta, compartir el evangelio sin importar los prejuicios o peligros.

Luego de esto la Biblia dice que Dios se “arrepintió del mal que había dicho que les haría”. No hay palabras para explicar la forma tan grande en que Dios espera pacientemente el arrepentimiento genuino de cada persona sobre la tierra y su misericordia infinita.


• Hoy Dios quiere que recordemos que siempre nos está observando, cuando hacemos lo malo, pero también cuando hacemos lo bueno.

• El está esperando que cualquier cosa que hagamos, pequeña o grande que este mal en nuestra vida la cambiemos y la tornemos a sus pies.


• Esperemos la misericordia de Dios y su perdón, a pesar de nuestra imperfección podemos intentar agradarlo con nuestro testimonio, al mundo y a los hermanos en la fe.


• No abusemos de la misericordia de Dios.


Al final del libro Jonás está enojado porque Dios perdonó a Nínive y porque ya no tiene la calabacera que Dios puso sobre Él para darle sombra, algo que Dios con su poder es capaz de poner y quitar en un día. Mientras el hombre está pensando en las cosas que van y vienen en un día, Dios está pensando en lo más importante, las almas de los hombres:

“¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?”

Un poco antes Jonás dijo: “Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal”. Jonás conocía a su Dios, pero no estaba de acuerdo con Él, esta semana preocupémonos por conocerlo más y por lo que a Él le importa, la obediencia de un creyente y la vida eterna de un alma.


Esperemos su misericordia, la necesitamos.


Abrazos, buena semana para todos.

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