“Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada”. JEREMÍAS 20:11
Constantemente Jeremías ha estado predicando al pueblo su mal camino y cómo Dios quiere que se arrepientan y se alejen de una vez por todas de sus pecados, pero el pueblo no quiere y antes buscan escarnecerlo, murmurar de él, atemorizarlo, denunciarlo y aún toman una actitud de venganza debido a las palabras de Dios que Él profetizaba. En el versículo 10b dice: “Todos mis amigos miraban si claudicaría”, aún los amigos están esperando el momento adecuado para írsele encima pero, no cuentan con que tiene al SEÑOR DE SEÑORES RESPALDÁNDOLO, “NUESTRO PODEROSO GIGANTE”.
Que hermosas estas dos cualidades para describir el apoyo de nuestro Dios en momentos de dificultad, más precisamente cuando predicamos su evangelio o abrimos la Biblia para leer de lo que le gusta o lo que le desagrada a nuestro Dios. No es que solo sea Gigante, sino que también es poderoso, imaginen esta doble cualidad de grandeza y supremacía sobre todas las cosas, sobre las personas, sus reacciones, sus corazones, las tribulaciones. Era tan estrecha la relación que tenía este profeta con Dios que confiadamente decía “Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante”, no lo dudaba, lo necesitaba y me reta a acercarme cada día más a nuestro Señor y depender de Él en los momentos más críticos. De pronto has sido causa de burla, murmuración o cosas parecidas como las que le sucedieron a Jeremías, Dios quiere que sepamos que cuando decidimos obedecerle predicando su palabra y somos guiados por Él, su respaldo es tan grande que los adversarios tropezarán, no prevalecerán, serán avergonzados en gran manera, no prosperarán y tendrán perpetua confusión y no hay que olvidar que todo eso no lo hacemos nosotros, sino Dios.
Las pruebas nos ayudan a conformarnos a la imagen y semejanza de nuestro Señor Jesucristo y el pasó por diversas pruebas hasta la cruz, dándonos un ejemplo de confianza en Dios y templanza ante el pecado hasta el final.
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría”. I PEDRO 4:12-13.
Abrazos para todos, les deseo una Feliz semana Navideña en Cristo.
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