PASADO VS PRESENTE

ECLESIASTÉS 7:10 “Nunca digas: ¿Cúal es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría”.

Muchas veces recordamos nuestro pasado con el fin de buscar un punto de referencia entre las situaciones que estamos viviendo que no son tan agradables como las de antes, y cuando hacemos esto podemos llegar a pensar que el tiempo pasado fue mucho mejor que el de ahora; pero la palabra de Dios nos dice que no hay sabiduría en esta pregunta. Ahora pienso que pasado es pasado y que debemos aprender de Él para mejorar, que Dios tiene un propósito específico con nuestro presente así como lo tuvo con el pasado que vivimos y que la voluntad de Dios en nuestras vidas es perfecta por que Él es nuestro Dios.

Este pasaje me recuerda la enseñanza que nos da Dios en el capítulo 3 de este mismo libro, donde Dios nos recuerda que todo tiene su tiempo y que bonito sería dejar que Él actué en nuestras vidas y no forzar “un tiempo que yo quiero ya” (Cuesta y mucho).

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 3:1-7

Cuando miramos atrás y recordamos todas las maravillas que Dios hizo en nuestras vidas y las comparamos con las de ahora, nos podemos dar cuenta que la misericordia de Dios en nuestras vidas parece no tener fin y que ese pasado nos muestra que llevamos unos metros más de la mano de nuestro Señor que antes y sin duda alguna no alcanzamos a imaginar lo que hará con nosotros si no nos desprendemos de esa mano.

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Filipenses 3:13-14

Un abrazo enorme hermanos, buena semana para todos!!