martes, 8 de marzo de 2011

EL ALFARERO


JEREMÍAS 18:1-6 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.

Dios en este pasaje se dirige a su pueblo querido, a Israel. El día de hoy Dios nos anima a tomar esta porción de la Biblia en un contexto devocional, aplicado a nosotros dentro del contexto de neotestamentarios y de creyentes.

La aplicación práctica que Dios me enseñaba hoy en su Palabra y que quiero compartir con todos, es que cada uno de nosotros estamos en SU MANO. Él es el alfarero que puede dar forma a cada uno de nosotros, que como barro que somos, Él puede moldearnos y darnos forma a todo lo que en nuestra vida, en nuestro carácter, en lo más profundo de nosotros, no esté formándose como Dios quiere.

Para permitir que Dios como alfarero nos forme, debemos IR a casa del ALFARERO cada día, para oir sus palabras, debemos entrar en la presencia de Dios y entregarnos a ÉL, hacer todo por ÉL y para ÉL.

También aprendems que Dios puede hacer que nosotros volvamos a ser otra vasija. Eso lo hizo una vez y para siempre cuando fuimos salvos si recibimos a Cristo como Salvador. Siendo creyentes el sigue transformando el viejo hombre de día en día. Si hay algo que se está echando a perder en nuestra vida: el hogar, o como jóvenes, una vida desordenada, una vida llena de griterías, malas palabras, pereza, desánimo, angustia, temor, desenfoque, Él puede tomar todo eso y hacerlo nuevo como Él quiere.

Para que el barro se deje trabajar del alfarero, debe estar quieto. La rueda se mueve y las manos del alfarero dan forma. La rueda me hace pensar en el tiempo que no se detiene, tiempo del cual Dios también está en control.

Jóvenes que hoy sea un día para que busquemos al Señor de todo corazón y le permitamos a Él que sea el ALFARERO DE NUESTRA VIDA, DE NUESTRO CORAZÓN. Digamos a Dios en oración hoy que le entregamos todo nuestro ser en sacrificio vivo, santo y agradable a ÉL, que nos entregamos en sus manos para que moldee este débil barro que somos, para que le de forma a nuestra vida, para que seamos un utensilio de barro que le sirva a ÉL como ÉL quiere.

Romanos 9:20 “Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?

Que tengas un día lleno del Señor!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dios es realmente maravilloso, somos un barro débil.