“9En el año veinte de Jeroboam rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá. 10Y reinó cuarenta y un años en Jerusalén; el nombre de su madre fue Maaca, hija de Abisalom. 11Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. 12Porque quitó del país a los sodomitas, y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho. 13También privó a su madre Maaca de ser reina madre, porque había hecho un ídolo de Asera. Además deshizo Asa el ídolo de su madre, y lo quemó junto al torrente de Cedrón. 14Sin embargo, los lugares altos no se quitaron. Con todo, el corazón de Asa fue perfecto para con Jehová toda su vida. 15También metió en la casa de Jehová lo que su padre había dedicado, y lo que él dedicó: oro, plata y alhajas.” – 1 Reyes 15:9-15.
DETERMINACIÓN. Si somos honestos; esta cualidad si la podemos llamar así, se ve poco reflejada en el carácter y la conducta de miles de creyentes alrededor del mundo. Algo pasa al interior del corazón del creyente que le impide actuar con determinación profunda.
Este joven Asa es realmente sorprendente como sorprendentes son los hechos que quedaron registrados en esta porción de la Palabra de Dios. Te mencionó algunos de ellos:
Reinó cuarenta y un años en Jerusalén. Si estudias los años de reinado de reyes paralelos, vas a notar que Asa reinó más que la mayoría de ellos.
Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. Lo que Dios decía, el lo hacía.
Quitó del país a los sodomitas. Combatió de frente el homosexualismo.
Quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho. Fue en contra de sus propios padres debido a que ellos mismos hacían cosas abominables delante de Jehová su Dios.
Privó a su madre Maaca de ser reina madre, porque había hecho un ídolo de Asera. No fue alcahueta ni con su propia madre.
Deshizo Asa el ídolo de su madre, y lo quemó junto al torrente de Cedrón.
Sin embargo, los lugares altos no se quitaron. Que falla. Una en medio de todas estas buenas cosas; pero con todo, el corazón de Asa fue perfecto para con Jehová toda su vida.
Metió en la casa de Jehová lo que su padre había dedicado, y lo que él dedicó: oro, plata y alhajas.
Y nosotros, ¿Tendremos la misma determinación de Asa rigiendo nuestras vidas?
Nos vemos mañana,
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