viernes, 17 de diciembre de 2010

EL DEBER DEL ATALAYA

Así es como algunas editoriales titulan el capítulo 33 del libro de Ezequiel y la verdad es que Dios nos pone a todos de alguna manera en esta posición de atalayas, de vigilar desde un lugar alto o diferente a la perspectiva de los demás para observar lo que ocurre a nuestro alrededor, y estar atentos para poder advertir de los posibles peligros o ataques.

La Biblia dice en Ezequiel 33:5 que este atalaya “el sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere librará su vida”.

En verdad como creyentes y seguidores de Jesús en estos tiempos tan difíciles por su oscuridad, afán y superficialidad, podemos ver el mundo desde una perspectiva TAN diferente que en muchas ocasiones nos escandalizamos de lo que vemos, escuchamos, etc. Pero en realidad como buenos atalayas que debemos ser lo que Dios nos pide no es que nos escandalicemos sino que nos APERCIBAMOS, (esta fue la palabra que llamó mi atención y que me dejó Dios en el corazón) que caigamos en cuenta de cómo el pecado está destruyendo nuestro mundo cercano y lejano y dispongamos lo necesario para amonestar y advertir a los demás de las consecuencias de la rebeldía y el orgullo para con Dios.

Quiero decir que muchas veces escucho a personas con buenas intenciones “ofenderse” del comportamiento del asesino que mató a sus propios padres, o del violador de sus propias hijas, o de la vecina que se fue con el amante, o del padre que abandonó a su familia, o del hijo de fulano de tal que se metió en las drogas, del famoso que compró tal excentricidad habiendo tanta miseria en el mundo, ..etc. Etc. Etc…. Pero no comprendo muy bien a donde queremos llegar si no ponemos el dedo en la llaga que se llama pecado y actuamos mostrando la verdad de Dios que está en el evangelio de salvación de Romanos 10:9-10 y con misericordia y explicando la justicia de Dios advertimos al mundo perdido la realidad de los ULTIMOS TIEMPOS en que vivimos y que debemos reconciliarnos con Dios.

El sonido de la trompeta algún día no muy lejano sonará literalmente, pero mientras tanto el sonido de la maldad, la realidad del cumplimiento de las profecías bíblicas, la creciente y generalizada destrucción de nuestro medio ambiente retumban en nuestros oídos día tras día y debemos apercibirnos para actuar como verdaderos atalayas.

Eres un buen atalaya??? Estás dispuesto a rendirle cuentas a Dios y librar la vida de muchos que no conocen que la trompeta sonará?? Quieres explicar a los demás el por qué de las tragedias diarias a la luz de la Palabra de Dios??? Eres sensible a la enemistad que hay entre Dios y los hombres?? O solo te escandalizas y callas????
Que tengas un buen día y percibe atentamente lo que Dios te quiere mostrar y a quienes te quiere presentar a donde quiera que vayas!!

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