lunes, 30 de agosto de 2010

LOS VICIOS QUE DESTRUYEN EL CUERPO....

Hace una semana inicié con los jóvenes de “A salvo” una serie de enseñanzas sobre las adicciones, entendiendo que una adicción es “cualquier actividad que el individuo no sea capaz de controlar, que lo lleve a conducta compulsivas y le perjudique su calidad de vida”.

Y como las adicciones son tantas y tan diferente naturalezas, inicié con aquellas que destruyen nuestro cuerpo, específicamente las drogas y el cigarrillo. Y quiero compartir las ideas principales de esa enseñanza.

Leyendo un poco sobre la cocaína encontré que ocasiona las siguientes cosas en la salud: Problemas cardíacos, incluyendo infartos, efectos respiratorios, incluyendo insuficiencia respiratoria, problemas en el sistema nervioso, incluyendo derrame cerebral, Problemas digestivos, incluyendo estreñimiento,
Además de que su uso reiterado modifica de manera permanente la función de las neuronas. Es decir enloquece y embrutece a la gente.

Además sobre el cigarrillo encontré una reflexión muy cierta: “Es una paradoja, puede que una de las mayores de la Historia de la Humanidad. La epidemia que más muertos se está cobrando en el mundo -más que el sida, que las guerras, que los genocidios- es tolerada y fomentada por la mayor parte de los gobiernos del mundo: se trata del tabaquismo. Diez mil personas mueren al día por causa del humo de cigarrillo. Según las estimaciones de esta organización, si continúa el patrón de consumo actual, para el 2020 el tabaco habrá causado más muertes que el sida, la tuberculosis, la mortalidad materna, los accidentes de tráfico, el suicidio y los homicidios, todos juntos. Parte importante de la paradoja es que el humo del cigarrillo, además de ser nefasto para quien lo consume, también perjudica a quien tiene que tragarlo por falta de una legislación que establezca un mínimo de respeto para el no fumador y de una política sanitaria que fomente la educación social. Se han hecho muchos estudios sobre tabaquismo pasivo que han demostrado que el humo de segunda mano causa cáncer y enfermedad cardiovascular, amén de otras complicaciones respiratorias y, en niños, muerte súbita e infecciones de oído.
Esta es tal vez la parte más increíble y absurda de este vicio, que no solo se mata el que fuma, si no ayuda a matar a los que están a su alrededor.

Y quiero ahora que miremos, que dice la Biblia, acerca de estos vicios:

1. La droga y el cigarrillo, destruyen lentamente el cuerpo, y la Biblia es muy clara en cuanto a que nuestro cuerpo es templo del Espíritu santo.

(1 Corintios 3:16-17) “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 3:17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”.

Este versículo dice además algo tremendo, que Dios destruirá al que destruya su templo, por que su templo debe ser santo.

2. La gente cae en estos vicios, por que generalmente otra persona la induce.
(Salmos 141:4) “No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites”.

Debemos cuidar muy bien nuestras amistades y en especial no andar con quien anda en malos pasos y mucho menos hacer lo que hacen.

3. Dios quiere que cuidemos nuestro cuerpo.

(Efesios 5:29) “Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia”

No el lógico que alguien atente contra su propia carne. Lo normal es cuidar y sustentar nuestro cuerpo, no destruirlo, como lo hacen los que practican estos vicios.

4. Si hemos caído en esto, Dios quiere que inmediatamente nos alejemos de estos vicios.

(2 Corintios 7:1) “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.

El cigarrillo nos contamina y Dios quiere que nos limpiemos de toda contaminación mientras esperamos la vida eterna.

Mucho ojo jóvenes, por que cualquiera de nosotros que se aleje del señor puede caer en estas cosas que Dios aborrece…

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