Hoy me encontré en Eclesiastés con un pasaje que nos puede servir el día que queramos compartir el evangelio en un funeral o a una persona que acaba de perder a un ser querido y es este:
Eclesiastés 7:2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón.
Aparentemente suena ilógico, pues como así que mejor ir a la casa de la familia que perdió a un ser querido o mejor un funeral que un banquete, un lugar donde puedas disfrutar de la comida.
Bueno pues la segunda parte del pasaje nos da la respuesta, la persona que muere con Cristo ya va a descansar de todo lo terrenal y por fin entrara a la gloría eterna, no mas dolor, llanto, lagrimas etc. Esto si que es mejor que cualquier banquete del millón.
Además la persona que vive (familiares, amigos del difunto etc.) y entiende que hay una salvación, que para el cristiano morir es ganancia de seguro pondrá estas palabras en su corazón y aceptará a Cristo y será salvo, todo esto al ver una muerte tan cercana y la reflexión de que pasara con el cuando muera.
Espero que este pasaje algún día les sirva, nos vemos mañana si Dios quiere.
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