Les cuento que la conferencia misionera fue especial, diferente, desafiante e impactante ya que vimos además de la edificación de la iglesia la conversión de docenas de almas que confesaban y daban testimonio de recibir a Jesucristo.
En la primera enseñanza aprendimos a valorar el llamado que Dios nos ha hecho. Entendimos que Dios hizo un llamado a la iglesia para que ahora nosotros labremos la viña con gozo, ahora ese llamado es individual, Dios me puso para ser un siervo y no un espectador de la obra misionera, es importante entender que no necesito ser enviado por una iglesia, Dios ya me puso como embajador para cumplir la gran comisión.
Dios promete acompañarme, el me escogió y yo debo obedecerle, ahora esta obediencia no debo mediarla por los resultados que obtengo, Dios conoce las intenciones del corazón.
La conclusión de todo esto es mirar como0 esta la relación con aquel que me envía (DIOS).
Un buen día nos vemos mañana si Dios quiere.
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