sábado, 2 de diciembre de 2017

DESTRUYENDO ÍDOLOS


Seguimos caminando de la mano de Dios por las palabras de Ezequiel. Este día nos centraremos en el siguiente pasaje.

Ezequiel 6:1-6
“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel, y profetiza contra ellos. Y dirás: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: He aquí que yo, yo haré venir sobre vosotros espada, y destruiré vuestros lugares altos. Vuestros altares serán asolados, y vuestras imágenes del sol serán quebradas; y haré que caigan vuestros muertos delante de vuestros ídolos. Y pondré los cuerpos muertos de los hijos de Israel delante de sus ídolos, y vuestros huesos esparciré en derredor de vuestros altares. Dondequiera que habitéis, serán desiertas las ciudades, y los lugares altos serán asolados, para que sean asolados y se hagan desiertos vuestros altares; y vuestros ídolos serán quebrados y acabarán, vuestras imágenes del sol serán destruidas, y vuestras obras serán deshechas.”

Dios a través de Ezequiel manifiesta a su Pueblo que vendrá la hora de la destrucción de los idolos y lugares paganos de sacrificio. Una vez más Israel se constituye como ejemplo para nuestro andar actual.

La idolatría

Es la adoración a sujetos u objetos (ídolos) que sustituyen a Dios. Incluía, entre muchas prácticas, la elaboración de estatuas representativas, altares, ceremonias rituales, ofrendas y fiestas extravagantes. Esta práctica se consideraba erradicada de Israel, sin embargo, la realidad era otra.

Deuteronomio 4:15-19
“Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra. No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

La idolatría siempre fue prohibida por Dios y para nosotros como en el caso de Israel, no caer en ella es una demanda derivada de nuestra calidad de hijos.

Los sustitutos de Dios

Hoy después de gozar del privilegio de la Salvación a través de nuestra profesión de fe en Jesús pueden seguir existiendo sustitutos de Dios que desvían nuestra legitima adoración a Él, y nos llevan a confiar y depender de otras fuentes ilegitimas y paganas.

Levítico 19:4
No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo Jehová vuestro Dios.”

Lamentablemente la presencia de objetos o personas que tomen el papel que Dios cumple en nuestras vidas es una posibilidad real acorde con la Palabra de Dios.

La destrucción de los ídolos

Después de conocer a Jesús es nuestra obligación replantear qué o quién ocupa el primer lugar en nuestras vidas.

I de Tesalonicenses 1:9
“… porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,”

I de Juan 5:21
Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.”

Podemos resumir en una frase nuestro andar cristiano acorde con el pasaje estudiado hoy así: Primero Dios.

Jóvenes, entendamos el significado de la idolatría, saquemos una lista de los ídolos que se interponen entre nosotros y el Señor, luego pongámoslos en su debido lugar exaltando a nuestro Señor.

Vivamos el siguiente par de versículos contenidos en Eclesiastés 3:1/3: " Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. … tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; ".

Hoy puede ser el primer día en nuestras vidas para comenzar a destruir lo que pretende sustituir a Dios.
                                                               
Abrazos fuertes para todos.


. M .

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