sábado, 14 de octubre de 2017

CLAMOR NO ESCUCHADO


Nos adentramos en el tercer capítulo de las Lamentaciones de Jeremías, vamos a revisar el siguiente versículo:

Lamentaciones de Jeremías 3:8
“Aun cuando clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración;.”

El profeta mayor señala que a pesar de gritar con vigor y esfuerzo y de manera vehemente a Dios con una voz lastimosa indicando aflicción, Él no oyó su clamor.

Clamar

El Señor espera nuestro clamor mostrando nuestra dependencia y sumisión a Él.

Éxodo 3:9
El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.”

Éxodo 22:23
“Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor;”

I de Reyes 8:28
“Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti;”

II de Crónicas 6:19
“Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti.”

Nehemías 9:9
“Y miraste la aflicción de nuestros padres en Egipto, y oíste el clamor de ellos en el Mar Rojo;”

Job 34:28
“Haciendo venir delante de él el clamor del pobre,
Y que oiga el clamor de los necesitados.”

Salmos 18:6
“En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.”

Cuando Dios no nos escucha

Lamentablemente el pecado interrumpe nuestra comunión y comunicación con el Señor y cerrará sus oídos a nuestras súplicas.

Salmos 34:15
“Los ojos de Jehová están sobre los justos,
Y atentos sus oídos al clamor de ellos.”

Nuestras transgresiones impiden que nuestros ruegos sean oídos.

Salmos 22:1-2
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo.”

Proverbios 21:13
“El que cierra su oído al clamor del pobre,
También él clamará, y no será oído.”

Eclesiastés 9:17
“Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios.”

Jeremías 7:16-18
“Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me ruegues; porque no te oiré. ¿No ves lo que éstos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.”

Jeremías 11:14-15
“Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré en el día que en su aflicción clamen a mí. ¿Qué derecho tiene mi amada en mi casa, habiendo hecho muchas abominaciones? ¿Crees que los sacrificios y las carnes santificadas de las víctimas pueden evitarte el castigo? ¿Puedes gloriarte de eso?”

Jóvenes, como en el caso de Jeremías y el pueblo de Israel viviremos días en que en medio de nuestras oraciones gritemos lastimosamente a Dios demandando su ayuda en medio de la aflicción y nuestro clamor no sea oído. Evaluemos nuestro andar y recapacitemos como está nuestra batalla contra el pecado y si este hace parte activa de nuestra vida, pidamos limpieza, dejemos de practicar la maldad y el Señor inclinará su oído a nuestras suplicas hasta que regrese nuestro Rey por nosotros y nuestras angustias terrenales acaben teniendo siempre presente Apocalipsis 21:4Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”

Nos reunimos más tarde.

. M .

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡ Gracias !!!

Anónimo dijo...

Clamor justo.