Esta
semana Dios nos enseña este pasaje:
Lamentaciones de Jeremías 1:20
“Mira,
oh Jehová, estoy atribulada, mis entrañas hierven.
Mi corazón se trastorna dentro de mí, porque me
rebelé en gran manera.
Por
fuera hizo estragos la espada; por dentro señoreó la muerte.”
Jeremías
reconoce la rebelión de Judá y manifiesta el dolor del pueblo por levantarse en
contra de Dios.
Es
importante entender que nuestro Señor permite estos actos de insurrección, pero
no se darán sin consecuencias.
Éxodo
23:21
“Guárdate
delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.”
Los
mismos seres espirituales sublevados lo experimentaron.
II de
Pedro 2:4
“Porque
si Dios no perdonó a los ángeles que
pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de
oscuridad, para ser reservados al juicio;”
Entendamos
que Judá reflexionó sobre su insubordinación, la rebeldía es un acto consiente
que trae consecuencias y debe llevar a la aflicción.
Miremos
que nos dice el Creador al respecto.
Job 15:20
“Todos
sus días, el impío es atormentado de
dolor,
Y el
número de sus años está escondido para el violento.”
Salmos
107:17
“Fueron
afligidos los insensatos, a causa del camino de su rebelión
Y a causa de sus maldades;”
Proverbios
13:15
“El
buen entendimiento da gracia;
Mas el camino de los transgresores es duro.”
Jóvenes,
una parte de los ángeles se rebelaron contra Dios, Adán y Eva siguieron este
camino, Israel también, la humanidad avanza en desobediencia, como Iglesia ya
nos reconciliamos con el Padre Eterno, no caigamos en esta práctica y reconozcamos
nuestras faltas ante Dios.
Tengamos
siempre presente el siguiente versículo:
Romanos
2:9
“… tribulación y angustia sobre todo ser
humano que hace lo malo, el judío
primeramente y también el griego,”
Un
abrazo fraternal.
. M .
3 comentarios:
¡¡¡ Gracias !!!
Gracias.
=) =) =)
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