Gracias a Dios por
Jesucristo, en quien tenemos el tesoro de la VIDA ETERNA, ya no dependemos de
nosotros, dependemos de Dios y de Su Poder, el cual se manifiesta de una manera
sorprendente cada día de nuestra vida. Un pasaje tal vez un poco extenso pero
de MUCHA APLICACIÓN para el momento que vivimos (Septiembre de 2017)
7Pero tenemos
este tesoro en
vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de
nosotros, 8que estamos atribulados en todo,
mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos,
mas no desamparados; derribados, pero no destruidos, 10llevando en el cuerpo siempre por
todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se
manifieste en nuestros cuerpos. 11Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a
muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se
manifieste en nuestra carne
mortal. 12De manera que la muerte actúa en nosotros, y en
vosotros la vida. 13Pero
teniendo el mismo espíritu de fe,
conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por
lo cual también hablamos, 14sabiendo
que el que resucitó al Señor Jesús,
a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con
vosotros. 15Porque
todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la
acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. 16Por tanto, no desmayamos; antes
aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no
obstante se renueva de día
en día. 17Porque
esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente
y eterno peso de gloria - 2 Corintios
4:7-17
Tenemos
tribulaciones, pero gracias a Dios, la angustia ya no se apodera de nosotros;
estamos en apuros, pero gracias a Dios, la desesperación no se apodera de
nosotros; somos perseguidos, pero gracias a Dios, nunca estamos desamparados;
muchas veces nos sentimos derribados, pero gracias a Dios, no seremos
destruidos. En CRISTO Jesús somos más que vencedores.
Nunca debemos
desfallecer nuestra FE, siempre que pasemos por cualquier momento de dificultad,
debemos recibirlo como un regalo de Dios, analizarlo, asimilarlo y ponerlo en
Sus Manos, ya que de ÉL mismo vendrá la respuesta y la victoria…. ¡ ANIMO !...
Nuestra FE no debe
desfallecer, debemos seguir hablando y testificando de Cristo con plena
confianza en sus promesas de vida eterna y de una vida feliz en la presencia de
nuestro Amado Dios.
Realmente somos
FLOJOS, nos atemorizamos ante la más mínima prueba y creemos que el mundo se
nos vino encima. Dios nos muestra que las cosas que padecemos, y así es
realmente, son tribulaciones momentáneas, y que estas deben llenarnos de gozo y
de alegría porque a través de ellas glorificamos a Dios.
Dios tiene Su Mano
puesta sobre nuestras vidas y a través de las pruebas (Tribulaciones), Él trata
de moldearnos, de sacar de nosotros toda esa escoria del pecado, a fin de
perfeccionarnos y moldearnos a la imagen de su hijo Jesucristo. Desde luego que
eso duele, es un pecado muy arraigado por muchos años y el desterrarlo requiere
de una labor ardua y paciente de parte de Dios, no porque Dios no pueda, sino
porque nosotros somos necios.
Es importantísimo
que pongamos de nuestra parte, si queremos que disminuya la prueba, sea como
sea, Dios se va a Glorificar. Debemos dejar de fijarnos en las cosas
insignificantes de esta vida: Lujos, carros, placeres y poner definitivamente
nuestra MIRA en las cosas celestiales y eternas, mirar y velar por la SALVACIÓN
de las almas de los hombres.
MUCHAS, pero MUCHAS enseñanzas para APLICAR ya mismo:
- Ser conscientes de que Dios está en nosotros, está con nosotros
- No angustiarnos en las tribulaciones
- No desesperarnos en los apuros
- No sentirnos desamparados cuando somos perseguidos
- No sentirnos destruidos cuando estemos derribados
- CONFIAR plenamente en Dios y en sus promesas. En Cristo, somos más que vencedores
- Entender que estamos puestos para ser humillados como Jesús.
- Hablar de lo que hemos creído, sin avergonzarnos para nada
- Confiar plenamente en la vida eterna que Dios nos promete a Su lado
- Padecer las tribulaciones con gozo, esperando que se manifieste la gracia de Dios, glorificándolo a ÉL
- No desmayar en medio de las dificultades, sino permitir que seamos renovados de día en día
- Entender que las cosas que padecemos son momentáneas comparadas con la eternidad
- Tener claro que esas pruebas son para perfeccionarnos a fin de que Dios se glorifique en nosotros.
- Somos como vasos de barro en manos de nuestro hacedor y ÉL se quiere glorificar en nosotros, gústenos o no.
- Dejar de fijarnos en las cosas que se ven y que son temporales y poner nuestra mira en las cosas eternas.
Fácilmente podemos
descomponer este pasaje en DOS ENSEÑANZAS:
Primera: El tesoro de la FE y la ESPERANZA
1.
Aunque no somos NADA, el Señor JESUCRISTO mora en nosotros (Vs 7)
2.
Todos sus sufrimientos serán nuestros sufrimientos, llevados de la mano de Dios
en TODO (Vs 8-10)
3.
Debemos estar dispuestos a vivir el ejemplo de Cristo (Vs 11)
4.
Debemos estar dispuestos a anunciar siempre las buenas nuevas de Salvación (Vs 12-14)
Segunda: Las prueba, una LEVE tribulación
momentánea.
1. El
trabajo en la Obra del Señor no es cosa fácil, requiere santidad, entrega y
sacrificio para glorificar a Dios (Vs 15)
2. En
este trabajo no podemos desmayar en nuestro crecimiento espiritual, así nuestro
cuerpo se deteriore (Vs 16)
3.
Cada momento de dificultad ante los ojos de Dios es algo MOMENTANEO, dejémoslo
en sus manos y será más fácil (Vs 17)
Dios nos recuerda hoy el tesoro
de la FE y la ESPERANZA y Las TRIBULACIONES momentáneas no son nada comparadas
con el GOZO de la eternidad. Son enseñanzas que vienen de un Dios sabio que
conoce perfectamente las difíciles situaciones por las cuales tenemos que pasar
en nuestro proceso de santificación, pero que nos llena de SU AMOR y sus voces de aliento, invitándonos a seguir
adelante, mostrándonos que SIEMPRE estará a nuestro lado. Vienen de un Dios que
cuida de nosotros que está pendiente de cada detalle, que nos prueba, que nos
afina y que nos levanta a través de mostrarnos esa esperanza que tenemos en
nuestro Amado Señor Jesucristo, quien vendrá y nos llevará a Su Presencia por
toda una eternidad.
Me impacta ver las promesas TAN GRANDES que Dios nos hace para soportar
los momentos difíciles. Ver que no debemos desmayar por lo que nos pase
físicamente, ni por las tribulaciones, TODO esto es momentáneo y en un abrir y
cerrar de ojos estaremos en la presencia de Dios.
Los invito a aplicarlo, confiando plenamente en que Dios no nos dejará angustiar,
ni desesperar, ni nos desamparará, ni permitirá que seamos destruidos.
Confiando en que en CRISTO, tendremos victoria en todas las batallas, poniendo
la mira en las cosas celestiales y no en las terrenales. Apliquémoslo Descansando
en el Señor y en sus promesas, sin amargarme por las dificultades que tengamos
que vivir. Esperando su gracia y glorificándolo en TODO.
Vamos, Dios y uno somos mayoría… Adelante
Fabio
1 comentario:
Gracias fabito. :)
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