El mandamiento de
Dios es muy claro: Lo único que debemos deberle a los demás es AMOR, es
necesario pagar TODO lo que debemos y tener claro que lo único que estaremos
debiendo siempre a los demás es AMOR, amor y más amor.
AL final de la
lista de DEBERES CRISTIANOS en los capítulos 12 y 13 de Romanos, Pablo nos
recuerda algo MUY importante:.
8No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros;
porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. 9Porque: No
adulterarás, no
matarás, no
hurtarás, no
dirás falso testimonio, no
codiciarás, y
cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. 11Y esto, conociendo el tiempo, que es
ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros
nuestra salvación que cuando creímos. 12La noche está avanzada, y se
acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos
las armas de la luz. 13Andemos
como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en
lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis
para los deseos de la carne. - Romanos 13:8-14
Que lindo sería que
cada mañana nos despertáramos no pensando en qué debemos pagar hoy, de donde vamos
a sacar la plata, sino en A QUIEN nos
falta AMAR, a quien no hemos compartido, a quien no nos hemos acercado para
hablarle de CRISTO.
Esa deuda de AMOR
la podemos pagar perfectamente, sin angustias, ya que en nuestro corazón reposa
el amor de CRISTO y podemos extraer para dar todo lo que necesitemos, sin el
temor de que vaya a agotarse.
El AMAR es la única
deuda que nunca debemos terminar de pagar… Es una deuda infinita. Nuestra vida
debe ser un eterno TESTIMONIO, completamente alejados del PECADO, si no hay
pecado, es porque HAY AMOR hacia mi prójimo, y no hay ningún deseo de hacer
daño a los demás.
La venida de
nuestro Amado Señor está muy cerca, nuestra mente y nuestro corazón debe
alejarse más y más de las cosas materiales y enfocarme más en las almas de los
hombres. Nuestro testimonio debe ser impecable, debemos saber perdonar y amar
para que los demás vean en nosotros la LUZ de Cristo y crean a la predicación
del Evangelio. Debemos vestirnos cada vez más del Señor Jesucristo y dejar por
completo de proveer para los deseos de la carne.
Muchas, pero muchas cosas BIEN IMPORTANTES
para recordar:
- No deber nada a nadie
- Nuestra única deuda debe ser AMAR y AMAR más y más
- Cumplir con la ley de Dios, amando al prójimo.
- Si realmente amo al prójimo, debo abandonar toda clase de pecado, el cual termina haciendo daño a otros
- El cumplimiento de los mandamientos, es el AMOR.
- Ser consciente de la cercanía de la venida del Señor.
- Desechar las obras de las tinieblas
- Vestirme con las armas de la luz.
- Andar honestamente dejando atrás toda clase de pecado: Glotonerías, borracheras, lujurias, lascivias, contiendas, envidias…
- Parecerme cada vez más al Señor Jesucristo no proveyendo en nada para los deseos de la carne.
Debemos estar VISTIÉNDONOS de la LUZ de CRISTO
1. El AMOR debe brotar de nuestros poros como
algo natural. El AMOR al prójimo lo resume todo (Vs 8-9)
2. Es hora de despertarnos, el fin se acerca,
vamos a luchar con AMOR por las almas de los hombres (Vs 10-12)
3. Solamente vestidos del Señor Jesucristo, la
labor evangelística tendrá buenos frutos… Así que, a ser IRREPRENSIBLES (Vs 13-14)
Dios nos ha
recordado hoy algo BIEN importante: El AMOR al prójimo y la SANTIFICACIÓN
permanente, es un llamado de un Dios cuya naturaleza es AMOR y por eso nos
insiste tanto en AMAR a los demás, reflejando la LUZ de Cristo a fin de que la
predicación del Evangelio sea
más efectiva.
Llama mucho la atención ver como Dios me muestra que la MAYOR deuda que
tengo es el AMAR a los demás. Entender que si AMO a los demás debo deshacerme
de toda manifestación de pecado a fin de que pueda reflejar la LUZ de Cristo
para que así la gente crea a la predicación del Evangelio.
Jovencitos, los invito a VIVIR este hermoso pasaje de la Escritura,
practicando permanentemente ese AMOR hacia el prójimo,
pensando y orando siempre antes que nada por la SALVACIÓN de aquellos que aún
no conocen de Cristo; esforzándonos al MÁXIMO para que nuestra vida sea un fiel
REFLEJO de la LUZ de Cristo a fin de que la gente CREA y sea salva por la
predicación del Evangelio respaldada por un testimonio claro.
Nos vemos el fin de
semana, si Dios lo permite,
Fabio
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