viernes, 28 de abril de 2017

EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS


Dios ha escrito Su Palabra de una manera MUY CLARA y mus sencilla y precisa. Nosotros la estamos conociendo y es nuestro deber ESPARCIRLA  por toda la tierra a través de la predicación del Evangelio y por medio del discipulado.

10Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. 12Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. 13En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída. - Isaías 55:10-13

Dios se encargará del resto, Dios se encargará de hacerla germinar y producir para que dé FRUTO en abundancia. Su palabra tiene el mismo gran beneficio que el de la lluvia y la nieve, viene, riega, limpia y produce. La Palabra del Señor regada en los corazones de los hombres tiene un EFECTO increíble, llegará a cada persona, hará su trabajo de limpieza, de sabiduría, de entendimiento y se multiplicará grandemente para dar FRUTO en abundancia. Cualquier oportunidad que Dios nos dé para sembrar, no debemos desaprovecharla, debemos hacerlo esperando y pidiendo para que Dios haga el resto, haciendo germinar esas semillas para que den fruto en abundancia. Solamente sembrando eficazmente la semilla, es decir con alegría, con sinceridad, con paz, se verán los resultados por los montes, collados, ciudades y países. Solamente trabajando fiel y honestamente, veremos hombres transformados, elevando su ALABAZA al Dios del cielo, destruyendo la maleza y dando árboles de gran hermosura, hombres reflejando la luz de Cristo, árboles que darán fruto durante toda su vida para la Gloria de Dios. Solamente así, la Obra PERMANECERÁ. La mediocridad no tiene cabida en el Cristianismo.

Varias cosas bien interesantes para recordar: 
  • Sembrar pacientemente la Palabra y esperar la cosecha
  • Confiar en la promesa de Dios de que su Palabra no vuelve vacía
  • Hacer honestamente nuestro trabajo de HABLAR y poner en manos de Dios el resto.
  • Entender que el Señor solo espera que hagamos nuestra parte, para ÉL hacer la suya.
  • No avergonzarnos nunca ni ante nadie, hablar siempre que Dios lo permita.
  • El mundo muere de sed y está lleno de maleza, hay que limpiarlo
  • Plantar muy bien la buena semilla para destruir la maleza y dar buenas cosechas


Veamos claramente en dos puntos El EFECTO de la Palabra de Dios

1. La Palabra de Dios es la semilla que viene del cielo para transformar vidas (Vs 10-11)
2. Si sembramos los campos con esa semilla los frutos serán frescos, abundantes y de gran bendición  (Vs 12-13)


Dios nos recuerda El EFECTO tan grande y sorprendente de la Palabra de Dios sembrada sabiamente. Él es un Dios dispuesto a hacer GERMINAR la Palabra después de que nosotros la hayamos sembrado y que para ÉL cualquier campo por difícil que sea, Él será capaz de volverlo productivo a través de Su Palabra.

Dios me sacude recordándome que mi deber es ir, sembrar y volver con gozo, disfrutando de todas las maravillas que Dios va haciendo a través del CRECIMIENTO de esos árboles que plantemos en cada lugar. Que alegría volver cada día y ver esos árboles rebosando de FRUTO.

Hay que aplicarlo yendo a donde Dios nos mande a sembrar Su Palabra con humildad, en total obediencia a Dios y a nuestros pastores, haciendo la Obra paciente y sabiamente, con mucha oración y disfrutando de los frutos que el Señor nos vaya dando, cuidándolos amorosamente.


Fabio

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