sábado, 28 de enero de 2017

UNA VERDAD CLARA Y DIRECTA

Esta semana llegamos a un pasaje del libro de Isaías en el que Dios nos descresta con la simplicidad y  contundencia de su verdad. Revisemos el siguiente versículo.

Isaías 43:11
“Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.”

En el Antiguo Testamento podemos encontrar descrito de una manera concreta que la única y exclusiva fuente de salvación para la raza humana es Dios, aunque en el pasado y hoy las personas se quieran negar a aceptar esta realidad inmutable.

La condenación

No es otra que el justo pago por el pecado cumpliendo la ejecución de una sentencia eterna en total separación de Dios y en el peor lugar que pueda existir.

Miremos su definición en palabras de Jesús.

Mateo 23:33
“¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?”

Las “fuentes” de la salvación

Los seres humanos, así como lo hicieron Adán y Eva al prescindir de Dios en sus vidas, han querido desarrollar méritos para alcanzar el rescate de sus almas del infierno.

Lamentablemente, las obras que realizamos antes de conocer de Cristo y las que realicen quienes desconocen de Él, jamás habrían podido librarnos ni librarles de la condenación del infierno.

Romanos 3:20
“… ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.”

Gálatas 2:16
“… sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.”

De igual forma, los dioses falsos de la humanidad, simples creaciones mentales y físicas sin ninguna clase de poder no pueden otorgar la Salvación.

Isaías 2:8
“Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos.”

Jeremías 11:12
“E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén, y clamarán a los dioses a quienes queman ellos incienso, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal.”

La realidad

I de Corintios 8:5
“Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.”

Romanos 8:1
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”

Hechos 4:11-12
“Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”

Efesios 2:8-9
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”

Jóvenes, la verdad clara y directa desde los tiempos antiguos, en el presente y para el futuro, es la misma, Jehová, el Dios verdadero, es la única fuente de salvación. Nunca olvidemos Juan 14:6: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”, ninguna obra ningún dios puede conducir a la humanidad al cielo. No temamos dar a conocer al mundo la certeza de la Palabra de Dios.

Nos vemos el próximo sábado en la primera reunión del año. Hasta entonces.


MAC

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias. :) :) :)