viernes, 21 de octubre de 2016

EL CAMBIO QUE SOLO DIOS HACE


Este es uno de los pasajes más prácticos de la Biblia, en donde Dios nos invita a hacer MORIR en nosotros esas cosas TAN GRAVES que impiden tener una buena relación con ÉL, Dios nos recuerda hoy la vida antigua y la vida NUEVA:

5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;  6cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre  con sus hechos, 10y revestido del nuevo,  el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. 12Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él - Colosenses 3:5-17

Dios nos recuerda primeramente las cosas que son aberrantes ante los sus ojos: Fornicación, impurezas, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia.

Luego, el Señor continua la lista de OTRAS cosas que tampoco le agradan, puede que aparentemente no sean tan graves, pero son PECADO: La ira, el enojo, la malicia, la blasfemia, las palabras deshonestas, la mentira.

Después,  Dios me recuerda hoy cómo debe ser nuestro vestido, algo muy especial, muy diferente a lo que el mundo piensa. Nuestro vestido como escogidos de Dios debe estar precedido por la misericordia, seguido de muchas otras virtudes: Benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia, siendo capaz de soportar a los demás y de perdonar a quien sea.

Y Dios nos recuerda que nuestra manera de perdonar debe ser como lo hizo Jesús. Además Dios nos hace caer en cuenta que todas estas vestimentas interiores deben estar cubiertas por el AMOR que es el vínculo perfecto. Solamente así, la PAZ de Dios va a gobernar en nuestros corazones.

No hay duda, debemos estar agradecidos con Dios por lo que hace y las bendiciones que derrama sobre nosotros cuando somos obedientes y sumisos a ÉL.  La única forma de lograr que haya un cambio en nuestras vidas, y de dejar atrás esa vida de pecado para que podamos glorificar a Dios, es alimentándonos sabiamente con SU PALABRA, la cual debe ABUNDAR en nosotros; y para que haya esa abundancia, es necesario alimentarnos a cada instante con ella, es necesario estudiarla, guardarla, analizarla, entenderla, meditarla y orar fervientemente para que Dios permita que la pongamos en práctica hasta en los más mínimos detalles.

Solamente LLENÁNDONOS de la Palabra de Cristo, estaremos aptos para vivir una vida abundante espiritualmente y para poder enseñar y exhortar a otros, mostrándoles que realmente es la fuente de vida y que SI puede transformar y actuar con poder. Esa digestión de la Palabra debe estar acompañada de acción de gracias demostradas diariamente a través de la adoración y la alabanza, una alabanza que salga de lo profundo del corazón. No puede haber un alimento más fortificante que este. Al fin y al cabo todo alimento material llega al punto de poder causar repugnancia y hastío, en cambio, el alimento de la Palabra de Dios es inagotable y cada vez tiene mejor SABOR y da más y más fruto a través de vidas realmente transformadas.

Dios nos recuerda finalmente que TODO lo que hagamos en nuestra vida debemos hacerlo en el Nombre de Jesús y siempre con acción de gracias por medio de ÉL.  

Que pasaje tan abundante en recomendaciones, hay que digerirlas muy bien:
  • Hacer MORIR por completo nuestra vida pasada, gobernada en muchos casos por : Fornicación, impurezas, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia
  • Dejar atrás TODAS estas cosas que también son pecado y que desagradan por completo a Dios : La ira, el enojo, la malicia, la blasfemia, las palabras deshonestas, la mentira.
  • Como escogidos de Dios nuestras vestiduras deben estar reflejadas en la misericordia, la benignidad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia
  • Debemos soportarnos unos a otros y perdonarnos de la manera que Cristo nos perdonó.
  • El amor debe ser nuestro vestido más vistoso, ya que es el vínculo perfecto, solamente así, vendrá la paz a nuestras vidas.
  • Debemos estar eternamente agradecidos con Dios por la vida espiritual abundante que sólo ÉL puede darnos
  • Alimentarnos abundantemente de la Palabra de Dios
  • Seguir fielmente cada una de las enseñanzas de Cristo
  • Enseñarnos y exhortarnos unos a otros con la sabiduría que Dios nos da a través de Su Palabra
  • Cantar al Señor con gracia en nuestros corazones con salmos e himnos y cánticos espirituales
  • Entender que el único sustento INAGOTABLE y que realmente da fruto, es la Palabra de Dios y la SANTIDAD.
  • TODO lo que hagamos en la vida debemos hacerlo en el Nombre del Señor Jesús
  • Siempre debemos dar GRACIAS a Dios por medio de nuestro Señor Jesús.


Difícil de resumirlo, pero bien lo podemos hacer en cuatro puntos:


1. La santificación empieza por deshacernos de los pecados MAS HORRIPILANTES (Vs 5-7)
2. Esa santificación continua dejando atrás otros pecados que parecen no ser tan graves, pero que son pecado (Vs 8-11)
3. La fase final de la santificación tiene que ver con la manifestación del FRUTO del E.S. en nosotros, impregnado de AMOR  (Vs 12-14)
4. El fruto de esa santificación es la PAZ de Dios gobernando nuestras vidas, basadas 100% en Su Palabra (Vs 15-17)

Dios nos ha recordado hoy el tema de La verdadera VIDA CRISTIANA y la vida IMPIA… El PROCESO de SANTIFICACIÓN. Quien nos lo recuerda tan claramente es un Dios excesivamente paciente quién detalladamente nos muestra TODO lo que debemos abandonar y lo que debemos cultivar para hacer Su Voluntad

Vale la pena destacar la forma tan detallada en que Dios nos muestra el pecado y la forma en que debemos reemplazarlo por virtudes que de verdad valen la pena.

Jovencitos, apliquemos esta enseñanza YA MISMO, recordando permanentemente este pasaje y volviéndolo VIDA en mí, con la ayuda de Dios, desde luego. Recordando que aún hay cosas de estas que están presentes en mi vida y que debo dejarlas por completo: La ira, el enojo, la malicia, las palabras deshonestas  y la mentira. En pocas palabras, manteniendo nuestro testimonio IRREPRENSIBLE en TODO y con TODOS.

Seamos AMIGOS, nos vemos el fin de semana con nuevas caras y corazones,


Fabio

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias pastor por cada exhortación tan clara y PRECISA que nos haces cada semana. Ojalá aprendamos a apreciarlas y a vivirlas.