“4:5 Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos,
como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la
cual entráis para tomar posesión de ella. 4:6 Guardadlos, pues, y ponedlos por
obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de
los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente
pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.” Deuteronomio
4:5-6
En el capítulo 4 de Deuteronomio Moisés exhorta al
pueblo a la obediencia de su palabra con promesas para bien.
Esta porción de la biblia aplica de la misma forma
para nuestros días. Como hijos de Dios tenemos acceso ilimitado a su palabra,
somos transformados cuando Dios usa al espíritu santo para enseñarnos o a
hombres de Dios como instrumentos para que en un servicio dominical, reunión de
jóvenes u otras actividades aprendamos de la biblia y usemos correctamente ese
manual que Dios nos dejó.
Dios nos pide guardar y poner por obra sus
mandamientos y cuando hablamos de guardar, hablamos de tener toda la intención
de tenerlos a salvo, saber dónde se encuentran al momento de necesitarlos,
cuidarlos, valorarlos y darles la importancia que realmente tienen. Si los
guardamos, naturalmente se van a ir aplicando a nuestro diario vivir.
Lo que más me llamo la atención de este pasaje es que
hacer esto, será nuestra sabiduría e inteligencia. Eso quiere decir que el
testimonio que reflejemos va a ser positivo ante los ojos de los hombres y como
consecuencia de esto Dios se va a llevar la gloria en el universo.
“Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande
es esta”. Eso es lo que deben decir de nosotros como hijos de Dios y jóvenes
que viven una vida santa y agradable ante él.
Lindo día.
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