Terminando el año y
una lectura más de toda la Biblia, quiero invitarlos a que meditemos algo
acerca de una visión clara en Apocalípsis de lo que de lo que encontraremos en
el cielo una vez que subamos allá. Veamos:
6Y delante del trono
había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres
vivientes llenos de ojos delante y
detrás. 7El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo
era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila
volando. 8Y los
cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro
estaban llenos de ojos; y
no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios
Todopoderoso, el que
era, el que es, y el que ha de venir.
9Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de
gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10los
veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y
adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante
del trono, diciendo: 11Señor, digno eres de recibir la gloria y la
honra y el poder; porque tú creaste
todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. - Apocalipsis
4:6-11
Es una linda
porción que describe claramente el trono celestial en el cual está sentado
nuestro amado Señor Jesucristo (Rey, Siervo, Hombre y Dios).
Definitivamente no
somos nada, solamente Dios, manifestado a nosotros a través de Su Hijo
Jesucristo, es digno de recibir toda la gloria y la honra y el poder. ÉL y
solamente ÉL es el autor perfecto de toda la creación. Por su voluntad todas
las cosas existen y fueron creadas, todo, absolutamente todo lo que alcanzan y
no alcanzan a percibir nuestros sentidos, todo lo visible y lo invisible, desde
el insecto más minúsculo, hasta el astro más gigantesco, cada planta, cada
animalito, cada ser humano, cada viento, cada montaña, todo, todo ha sido
creado por ÉL de una manera única y perfecta, por eso, solamente ÉL es digno de
toda adoración.
La grandeza de Dios
no puede caber en la mente del ser humano, es inimaginable y no nos queda más
que inclinarnos reverentemente ante ÉL y reconocer que no somos nada, y
agradecerle por su amor y misericordia al poner sus ojos en nosotros y darnos
ese privilegio tan grande de la salvación, el cual nos da la entrada gloriosa a
Su Presencia por toda una eternidad.
Este pasaje nos
recuerda muy claramente que sólo Dios a través de Jesucristo es digno de toda la gloria, y que tenemos un Dios que
CUMPLE todas sus promesas y que merece toda la HONRA, la GLORIA y la ALABANZA.
Hoy me conmueve
ver la forma tan contundente como hemos podido comprobar la presencia de Dios y
el cumplimiento de cada una de sus profecías, lo cual lo hace más y más digno
de toda la gloria.
Jóvenes, ojalá iniciemos este 2016, dando a Dios
toda la gloria, todo es de ÉL, por ÉL y para ÉL. NO tenemos porqué vanagloriarnos
absolutamente por nada. Jamás debemos dejar de darle a ÉL toda la GLORIA que se
merece. Hagámonos propósitos firmes para este nuevo año dispuestos a Servirle,
a obedecerle y a agradarle en todo, a fin de que Él se glorifique en la vida de
cada uno de nosotros.
Les deseo UN FELIZ AÑO 2016 en CRISTO
Fabio
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