sábado, 9 de enero de 2016

DIVISIÓN

Durante esta y muchas semanas más vamos a adentrarnos en los Salmos, un conjunto de cinco libros que contienen 150 canciones atribuidas en su mayoría al rey David, poemas para ser acompañados con música que tratan principalmente del camino que recorrió el segundo emblemático monarca de Israel desde la tribulación hasta la consolidación de su reino, así como otros diferentes temas físicos y espirituales y un alto contenido profético.

En el primer capítulo que transcribimos a continuación.

Salmos 1:1-6
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.
No así los malos,
Que son como el tamo que arrebata el viento.
Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos perecerá.”

Dios perfectamente nos muestra una categorización de la humanidad en dos grupos, los justos y los malos y a cada uno le señala diferentes características.

LOS JUSTOS
Esta condición está descrita en los versículos 1-3 y hace referencia a creyentes que de una manera consiente y voluntaria rechazan la maldad y su vida goza del beneplácito y visto buen de Dios.  Se contempla que la maldad está plenamente organizada y posee filosofías claramente definidas, con una estructura concreta y prácticas repudiables ante el Señor

A renglón seguido el salmista nos hace ver que la Biblia literalmente está para darnos placer y de una manera intensa, la voluntad de Dios es que aprovechemos el tiempo relacionándonos con ella; la meditación es el pensar atenta y detenidamente en cada idea divina, es la digestión en el proceso de alimentación espiritual. Luego el creyente es comparado con esa hermosa creación relatada en Génesis 1:1-12, y reafirmada en la parábola de la vid verdadera contenida en Juan 15:1-17, donde se establece que nuestra condición es la de estar firmes en Cristo gozando de su refrescante agua que nos nutre y alivia cumpliendo su voluntad de fructificar y permanecer íntegros.

Finalmente la promesa divina es que en cada uno de los proyectos emprendidos serán bendecidos y se impondrán.

LOS MALOS
Esta condición está descrita en los versículos 4 y 5, y en contraposición a la anterior nos da cuenta de su triste significado, Dios los compara con el polvo y paja muy menuda de varias semillas trilladas, como las del trigo, bazofia residual de estas plantas que será quitada con violencia y fuerza por una corriente de aire. Se concluye que no saldrán bien librados de la justicia divina y por consiguiente tampoco gozarán de la presencia eterna de Dios en sus vidas futuras.

LOS DOS CAMINOS
En el versículo 6 se hace referencia a dos caminos claramente diferenciados que los seres humanos acordes a la anterior clasificación recorren en su andar hacia la eternidad.

Dios ofrece a cada persona el camino de su hijo Jesucristo.

Juan 14:6
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”

Para que se alejen de la senda de maldad.

Proverbios 2:12-15
“Para librarte del mal camino,
De los hombres que hablan perversidades,
Que dejan los caminos derechos,
Para andar por sendas tenebrosas;
Que se alegran haciendo el mal,
Que se huelgan en las perversidades del vicio;
Cuyas veredas son torcidas,
Y torcidos sus caminos.”

Proverbios 14:12
“Hay camino que al hombre le parece derecho;
Pero su fin es camino de muerte.”

Isaías 59:8
“No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz.”

Mateo 7:13
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;”

Jóvenes, recordemos la importancia de la Salvación y el privilegio de pertenecer la primera categoría, no dejemos de presentar el evangelio a hombres y mujeres que están caminando por la senda de la oscuridad y mostrémosles la luz de Jesús.

Un abrazo fraternal. 

MAC 

1 comentario:

Anónimo dijo...

=)