martes, 30 de diciembre de 2014

NO CALLEMOS EN ESTE TIEMPO

Que facilistas nos volvemos cuando nuestra vida es cómoda, sin peligros, sin momentos difíciles y decimos que servimos a Dios de una manera tan mediocre, sin sacrificios, sin desprendernos de nuestras cositas, esto es un grave error en  el que fácilmente podemos caer sino es que ya estamos haciendo así. Hoy Dios nos pide que nos dejemos persuadir por su palabra, por su Espíritu Santo a dejar nuestra comodidad y actuar a favor de la obra de Dios.

El libro de Ester es un libro fascinante y nos habré un panorama general de lo que vivirá el pueblo judío en la gran tribulación y como Dios los sacará en victoria; y en el capitulo 3 hay un hombre Amán que quiere la destrucción de los judíos, exterminarlos, porque uno de ellos, Mardoqueo no se humilló ante él. Y convence al rey Asuero de firmar un edicto que promulga la destrucción de los judíos en todas las provincias del rey, y en el capitulo 4 Mardoqueo que era el padre adoptivo de la reina Ester, tipo del Espíritu Santo, estaba mal a causa de esto y Ester manda a preguntar por él:

Ester 4: 7-16 "Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido, y le dio noticia de la plata que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey a cambio de la destrucción de los judíos.
8. Le dio también la copia del decreto que había sido dado en Susa para que fuesen destruidos, a fin de que la mostrase a Ester y se lo declarase, y le encargara que fuese ante el rey a suplicarle y a interceder delante de él por su pueblo.
9. Vino Hatac y contó a Ester las palabras de Mardoqueo.
10. Entonces Ester dijo a Hatac que le dijese a Mardoqueo:
11. Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey, saben que cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivirá; y yo no he sido llamada para ver al rey estos treinta días.
12. Y dijeron a Mardoqueo las palabras de Ester.
13. Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío.
14. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?
15. Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo:
16. Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca."

Si nos damos cuenta en la historia a Ester después de escuchar todo lo que estaba pasando, no se inquietó y empezó a dar excusas, ella estaba tranquila en el palacio del rey, sin peligro de su vida, pero Mardoqueo inquieta su corazón y la persuade a cambiar su actitud con palabras duras: "No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío.
14. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?"

Nosotros como hijos de Dios no podemos seguir siendo tan insensibles a lo que está pasando, destrucción y muerte por todos lados, la gente muriendo sin Cristo rumbo a un infierno eterno, saben una cosa respiro y liberación vendrá de alguna otra parte porque Dios si escucha el clamor de la gente y pasará delante de nosotros y actuará en la vida de aquel que si desea servirle, incomodarse, incluso hasta perder su vida por hablar del glorioso nombre de Jesús.

Mis hermanos, no callemos absolutamente en este tiempo, ni permitamos que Dios pase de largo delante de nosotros porque simplemente no quisimos dejarnos persuadir por su palabra, por la voz del Espíritu Santo, dejemos tanta frialdad y nuestra vida cómoda y demosle gloria al único que lo merece a nuestro Señor y salvador Jesucristo y atendamos a su llamado como lo hizo la reina Ester.


Un abrazo. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias, bonita exhortación