viernes, 4 de octubre de 2013

LA TRANSFORMACIÓN que DIOS HACE

Hay un pasaje en Efesios que tiene mucho que ver con la parte práctica de este precioso libro. Es un pasaje que día a día debe estar presente en la vida de cada creyente, a fin de que nos examinemos en él y que vivamos una auténtica INTIMIDAD con el Señor para que el fruto que demos para Él sea de muy buena calidad. Dice así :
 
Efesios  4:17-24
 
17Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, 18teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 19los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. 20Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, 21si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.22En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad
 
Como decía, este fragmento de la Escritura (Efesios 4:17-32), es tal vez uno de los más importantes en la vida de un AUTENTICO CREYENTE, es decir si tuviéramos en cuenta cada uno de los consejos que acá se dan, seríamos realmente SANTIFICADOS…
 
La voluntad de Dios es que no andemos como el resto del mundo que solo vive en la vanidad de su mente, alejados de Dios, ignorándolo por completo, hombres que han perdido la sensibilidad y están entregados de lleno a los placeres del mundo. Nuestro comportamiento NO debe ser así, sino de acuerdo a lo que hemos aprendido de Cristo, nuestro Amado Modelo a seguir.
 
Dios nos pide que debemos despojarnos del viejo hombre como quien se quita los trapos sucios y viejos y nos invita a RENOVARNOS por completo en el espíritu de nuestra mente, es decir a ponernos un TRAJE NUEVO, a cambiar por completo nuestros pensamientos y actitudes de acuerdo a lo que Dios nos muestra en su justicia y santidad de la verdad. TODO, absolutamente TODO lo viejo debe quedar atrás, en el olvido, TODO en nosotros debe ser nuevo : Miradas, pensamientos, palabras, actitudes, etc… Atrás debe quedar la mentira, los disgustos, los robos, la pereza, el egoísmo, las malas palabras, es decir, TODO lo que contrista al Espíritu Santo.
 
Es necesario sepultar por completo la amargura, el enojo, la ira, la gritería, las malas palabras y TODA malicia. En la nueva vida en Cristo debemos ser Benignos, misericordiosos, sabiendo perdonar, siguiendo el ejemplo de Cristo y el consejo de Dios.  
 
Esa es realmente la NUEVA VIDA en Cristo. Recordemos que tenemos un Dios SANTO que exige santidad en cada uno de nosotros. ÉL mismo nos mostró que si es posible dejándonos ejemplo a través de Su propio Hijo y de las personas que nos han antecedido obedeciéndole fielmente. Algo que llama mi atención es la
comparación tan clara que Dios hace de quitarnos los chiros viejos y revestirnos del nuevo hombre, ASÍ tiene que ser, renovación completa. Es importante APLICAR esta enseñanza permaneciendo en la LUCHA continua contra el pecado, pensando en cada momento : “Y Cristo qué haría?”, y hacerlo pensando en eso, en lo que ÉL haría… que sea un hecho…
           
Te recuerdo algunos Mandamientos que Dios destaca acá:
 
Ø  No andar como el mundo que no conoce de Cristo
Ø  Dejar atrás esa vida pasado que realmente nos avergüenza delante de Dios
Ø  Despojarnos por completo de la vida anterior.
Ø  Entender que esa vieja vida está viciada de deseos engañosos.
Ø  Renovarnos en el espíritu de nuestra mente.
Ø  Vestirnos del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y la santidad de la verdad
Ø  Dejar atrás TODA esa vida de pecado : mentiras, iras, miradas, palabras deshonestas, etc.
Ø  Dejar atrás TODO lo que pueda contristar al Espíritu Santo que mora en nosotros.
 
¡ Dios mío AYÚDAME, te necesito más que nunca, no me dejes desfallecer !

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias... Pensé que se habían olvidado de los que nos quedamos...