lunes, 25 de abril de 2011

¿TU JEFE O DIOS?

Hace unos días en mi devocional pase por una porción en 1 de Reyes, en donde se detallan los días de reinado del perverso Acab, tal vez el rey más malo y despiadado que tuvo en toda la historia la nación de Israel. Pero en medio de ese relato apareció un personaje que me llamo la atención, Abdías, mayordomo del rey Acab, de quien dice la Biblia en (1 Reyes 18:3) que era “en gran manera temeroso de Dios”. Y pensaba, que curioso que uno de los hombres de confianza del perverso Acab, era un hombre temeroso de Dios. Y me enseñaba Dios, como podemos trabajar en el mundo, aún con jefes malvados como Acab, y podemos vivir una vida agradable a Dios. Mucha gente se escuda para hacer lo malo en que sus jefes los obligaron. Hoy en día tenemos un triste ejemplo en nuestro país con el escándalo de Agro ingreso seguro. Muchos en la cárcel y otros más en problemas con la justicia, excusándose en que tenían que obedecer órdenes de sus jefes.


Hoy Abdías quiere enseñarnos que aun estando bajo las órdenes de un ser abominable para Dios, podemos vivir rectamente. Y quiero que miremos 2 ocasiones en que Abdías hizo caso a Dios y no a su jefe.


(1 Reyes 18:4) “Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan y agua”. Creo que en este pasaje está muy claro lo que hizo Abdías.


Más adelante en (1 Reyes 18:7-16), Abdías se encuentra con Elías, y este le dice que le organice una cita con Acab. Pero Abdías teme que cuando diga a Acab que se encontró con Elías este lo mate. Finalmente Abdías elige nuevamente obedecer a Dios, (1 Reyes 18:16) “Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías”.


Con el ejemplo de Abdías, quiero desafiarte a siempre obedecer a Dios sin importar las circunstancias. Siempre debemos tener claro que antes que nuestros jefes esta Dios. Ahora si Dios ha permitido que tu tengas un trabajo, él te lo va a cuidar, o tal vez te lo cambie por uno mejor. Tan solo es creer que Dios tiene el control.


No importa cuán malvado sea tu jefe, Dios es grande y poderoso para cuidarte cuando eliges agradarle a Él.


Un abrazo……..

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