El Señor es muy
claro en cuanto a lo que debe ser nuestro proceder de Santificación, pureza y
sabiduría, comparándonos con un niño inocente:
1En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de
los cielos? 2Y llamando
Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, 3y dijo: De
cierto os digo, que si no os volvéis
y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. 4Así
que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor
en el reino de los cielos. 5Y cualquiera que
reciba en mi nombre a un niño
como este, a mí me recibe. - Mateo 18:1-5
Dios nos muestra
que nuestras vidas deben ser transformadas para volver a ser como niños, es
decir: Inocentes, alejados del pecado, sin malicia, sin maldad, sin rencores,
sin pereza, dispuestos a obedecer y a agradar, sin acepción de personas, en
fin, son innumerables las virtudes de un niño que aún no ha sido contaminado
por el mundo y el pecado.
Así debemos pedirle
al Señor, que nos haga como niños y que ojalá estemos recordando esa época de
nuestra vida, en que vivíamos 100% felices con lo que teníamos, disfrutándolo
al máximo y siendo ejemplo de pureza y transparencia. Antes de entrar en la
presencia del Señor es necesario que se manifieste el niño en mí.
Algunas enseñanzas
MUY TIERNAS pero a la vez MUY PROFUNDAS:
- Recordar la ÉPOCA de nuestra infancia,
y volver a vivir para siempre esa ÉPOCA DE INOCENCIA y PUREZA.
- Debemos volver
a ser como niños.
- Es necesario
dejar a un lado la malicia, el pecado y el apego por las cosas del mundo
- Debemos tratar
a todo el mundo con la transparencia que lo hace un niño, irradiando amor,
pureza, transparencia, sinceridad
- Nuestros
corazones no deben albergar nada de maldad, solo inocencia y deseos de ser
felices agradando y ayudando a todos.
- Tener FE como
la fe de un niño.
1. Es necesario borrar la
película del pecado y volver a la inocencia de niños (Vs 1-3)
2. Es necesario volver a
tener el comportamiento de un niño inocente (Vs 4)
3. Es necesario tener la
mente y el corazón de un niño, dispuesto a recibir a Jesús y su instrucción (Vs
5)
Dios nos hace
una linda invitación a volver a tener la PUREZA y la TRANSPARENCIA de un niño.
Y es un consejo que viene de un Dios SABIO, que usa ejemplos tan claros que
nadie puede decir que no entiende.
A mí me llama mucho la atención ver la forma como Dios usa el ejemplo
del niño para enseñarnos sobre la forma en que nuestras vidas deben ser
transformadas. Doy gracias a Dios por mi niñez.
Vamos
a aplicarlo ya mismo, teniendo siempre en mente lo que seguramente sentíamos y
vivíamos cuando éramos unos niños, disfrutando de las bendiciones de Dios sin
ningún tipo de malicia y alejado de la vida de pecado. Viviendo felices con el
techo, el abrigo y el pan de cada día.
Gracias
por sus oraciones, Dios me da una oportunidad más de servirle, quiero seguirlo
haciendo como un niño inocente.
Fabio
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