sábado, 16 de diciembre de 2017

¿CORAZÓN DE PIEDRA O DE CARNE?


Esta entrada se relaciona con la siguiente porción de la Biblia.

Ezequiel 11:17-21
“Di, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: Yo os recogeré de los pueblos, y os congregaré de las tierras en las cuales estáis esparcidos, y os daré la tierra de Israel. Y volverán allá, y quitarán de ella todas sus idolatrías y todas sus abominaciones. Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios. Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus idolatrías y de sus abominaciones, yo traigo su camino sobre sus propias cabezas, dice Jehová el Señor.”

El mensaje que Dios le dio a Ezequiel se refería a la renovación del corazón de la nación de Israel pasando de la dureza a la tersura, esa misma transformación es la que operó en nosotros en el momento de profesar nuestra fe en Jesucristo.

Jeremías 24:7
“Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.”

Ezequiel 36:25-27
“Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.”

Jóvenes, recordemos Lucas 8:15: “Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.”, y lo que debió pasar en nuestro corazón al recibir la semilla del Evangelio de Jesús, autoevaluémonos hoy y revisemos sinceramente si todavía hay vestigios de un corazón de piedra dentro de nosotros y si es así que esa esclerosis torne en suavidad.

Nos vemos en la cena navideña.

. M .

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