sábado, 4 de noviembre de 2017

PECADO EN AUMENTO


Nos acercamos al final del libro de Lamentaciones de Jeremías, un tratado sobre el pecado y sus graves consecuencias. Dirijámonos al versículo.

Lamentaciones de Jeremías 4:6
“Porque se aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma,
Que fue destruida en un momento, sin que acamparan contra ella compañías.”

LA CORRUPCIÓN DE SODOMA

Sodoma siempre fue considerada como una de las máximas expresiones de pecado sobre la tierra, el ejemplo de una sociedad extremadamente corrupta moralmente.

Génesis 13:13
“Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.”

Fue tal su corrupción que Dios en su soberanía destruyó esta ciudad y su pecado.

Génesis 19:24-25
“Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.”

MAS ALLÁ DE SODOMA

Antes de leer detenidamente el versículo de esta mañana creíamos que el límite impuesto por Sodoma era imposible de superar, sin embargo, podemos concluir que el pecado de Israel era comparable al de esta ciudad y en la Biblia lo podemos corroborar.

Isaías 3:8-9
“Pues arruinada está Jerusalén, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová para irritar los ojos de su majestad. La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para sí.”

Jeremías 23:14
“Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra.”

Jóvenes, el ejemplo de Israel es claro, el pecado puede ganar terreno en la vida de todo un pueblo y de creyentes en particular. A lo largo del recorrido por el libro de Lamentaciones Jeremías leemos sobre las graves consecuencias de la desobediencia, una vez más la invitación es a no dar cabida a la maldad y desterrar la escoria que subsista en nuestro ser. Vivamos la conformación a la imagen de Jesús.

Saludos a todos.


. M .

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