sábado, 3 de junio de 2017

SIRVIENDO A NABUCODONOSOR



Hoy vamos a adentrarnos en el siguiente pasaje.

Jeremías 27:5-8
Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra, con mi gran poder y con mi brazo extendido, y la di a quien yo quise. Y ahora yo he puesto todas estas tierras en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y aun las bestias del campo le he dado para que le sirvan. Y todas las naciones le servirán a él, a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que venga también el tiempo de su misma tierra, y la reduzcan a servidumbre muchas naciones y grandes reyes. Y a la nación y al reino que no sirviere a Nabucodonosor rey de Babilonia, y que no pusiere su cuello debajo del yugo del rey de Babilonia, castigaré a tal nación con espada y con hambre y con pestilencia, dice Jehová, hasta que la acabe yo por su mano.”

Esta porción de las Escrituras nos habla sobre Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuya autoridad provino directamente de Dios. El Creador delegando su poder y autoridad según su voluntad y soberanía.

Revisemos algunos pasajes que nos describen las características de este gobernante.

Conquistador de Judá

II de Reyes 25:1
“Aconteció a los nueve años de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitió, y levantó torres contra ella alrededor.”

II de Crónicas 36:7
“También llevó Nabucodonosor a Babilonia de los utensilios de la casa de Jehová, y los puso en su templo en Babilonia.”

Daniel 1:1
“En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.”

Protector de Jeremías

Jeremías 39:11-12
“Y Nabucodonosor había ordenado a Nabuzaradán capitán de la guardia acerca de Jeremías, diciendo: Tómale y vela por él, y no le hagas mal alguno, sino que harás con él como él te dijere.”

Jóvenes, vemos en el pasaje principal que la capacidad para gobernar y ejercer el mando por parte de este rey derivó en pleno derecho de Dios, su potestad, facultad y legitimidad se dieron con su beneplácito. La Biblia nos aclara el origen de todas las autoridades, e independientemente de las cualidades negativas o positivas de quienes ejercen poder sobre nosotros, nos invita a obedecerlas. Meditemos sobre nuestra posición frente a quienes nos gobiernan.

Un abrazo.

MAC

1 comentario:

Anónimo dijo...

Obedecer.