miércoles, 26 de agosto de 2015

DE DIEZ SOLO UNO

Lucas 17:11-19  - "Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendO: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?  Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado."

10 leprosos que tipifican al hombre sin Cristo, contaminado por el pecado y excluido de la gloria de Dios, estos reciben un milagro grandioso en sus vidas, son limpiados de la lepra, algo aún más sorprendente ocurre, solo uno se regresó a dar gracias a Jesús, ahora al tener su encuentro de agradecimiento con Jesús, recibe la salvación por medio de la Fe, es ahora literalmente un hombre sano y salvo, como popularmente lo decimos, sin embargo es triste ver que los otros 9 no se devolvieron.

Esto me hace pensar en nuestros tiempos, cuanta gente que recibe un milagro de Dios en su vida, tal vez lo que pedían por años, entonces el Señor tiene misericordia y permite esa sanación o ese milagro, pero la gente no va a buscar genuinamente a Dios, corre a darle gracias a una estatua, a un pastor, a un médico, una pastilla, un ángel etc. Pero no corren a dar gracias a Dios y no corren a recibir la limpieza de sus pecados a través del arrepentimiento y la Fe, tan solo quieren el milagro pero no quieren buscar genuinamente y conforme lo dice la Biblia al que lo hizo. Tal vez saben que seguir a Cristo no es fácil y pues la persona no quiere asumir esta incomodidad.

He escuchado de muchos testimonios sobre la forma que Dios sano a personas y cuando les pregunto si ya sano su alma, si son salvos, si van para el cielo? Pues la respuesta no es clara, o tal vez se siguen esforzando para poder alcanzarla, cuando lo que tienen que hacer es buscar a Jesús con un corazón agradecido y arrepentido, ya que Él los está esperando.

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