miércoles, 6 de agosto de 2014

NOS DEJAMOS SOBORNAR???




Es común en nuestros tiempos actuales escuchar en noticias y también en conversaciones diarias, el alcance macabro que ha alcanzado el soborno y la corrupción y aunque parece indignante que en todos los niveles de la sociedad haya intereses sucios casi siempre de por medio, es más indignante que ya a la mayoría ni nos indigna, casi que es normal, es decir, es predecible que si hay alguien quiere obtener un contrato, un favor, “justicia”, o  un trato mejor, debe pagar para adquirirlo.
El trabajo, el mérito y la honorabilidad son para muchos, artículos viejos empolvados en algún closet que ya no necesitan.
Por supuesto como creyentes, esto no debe ser normal, Dios espera de nosotros que actuemos con transparencia y rectitud ante El y ante los hombres.
“Porque en otro tiempo eráis tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor, andad como hijos de luz” Efesios 5:8
En el Antiguo Testamento se habla en el libro de Números de un profeta controversial llamado Balaam, el en realidad quería también negociar a cambio de decirle a quien le contratara la “voluntad de Dios” pues tenía fama de que así era (Números 22:6), pero en realidad no era un profeta de Dios.
Sin embargo, al principio del capítulo 22 de Números Balaam tuvo un buen arranque con Dios, escuchó  su voz y no estaba dispuesto a maldecir al pueblo de Israel pues eso era lo que quería escuchar Balac quien lo estaba contratando para que lo hiciera. Pero Balaam no cedió, antes bien contestó:
“Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros; los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí;  porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo. Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande”.
Esta disposición me dio un ejemplo muy grande que en realidad no importa lo que el mundo me ofrezca, si Dios me ha guiado hacia otro lado, debo apartarme de cualquier riqueza aparente para seguir el propósito de Dios para mi vida y te animo a hacer lo mismo, pues vale la pena, Dios quiere darnos riquezas superiores a las temporales y quiere que no nos dejemos sobornar, es decir que cambiemos nuestra fe y compromiso con El por el oro y la plata del mismo enemigo de Dios.
Así que asegurémonos de estar atentos a lo que Dios nos dice, para  no traspasar Su Palabra para hacer cosa chica ni grande, porque no significa que cualquier cosa material sea antibíblica, sino que Dios tiene la capacidad de guiarnos con claridad a hacer Su voluntad en las pequeñas y grandes decisiones cuando le consultamos de corazón y mente a través del Espíritu Santo en oración. Créelo!!!
Ahora…. A Balaam no le duró mucho el impulso, y la embarra convirtiéndose a la postre en un ejemplo para los falsos maestros, es incluso un poco chistoso como empezó a declinar su firmeza dejándose seducir de las ofertas tentadoras de Balac, pues después de haber sido tan rotundo su no, vuelve a hablar y dice:
“Os ruego , por tanto ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa, que me vuelve a decir Jehová”  Números 22:19
(… El creyó que a lo mejor Dios se había equivocado jeje..)
Que no nos pase a nosotros!!! No recibamos sobornos hoy ni nunca!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonita y práctica enseñanza. Gracias :)

Anónimo dijo...

A veces somos "minibalaames"
...en muchas ocasiones, repetimos nuncaa haría, nuunnca nuncaa.
...ni por el oro y la plata de todo el mundo y cuando llega la hora de la verdad :/

Super el mensaje :)
Que nuestro NO sea de corazón y no de boca como Balaam.