viernes, 4 de julio de 2014

Entregar nuestras vidas a Dios es un PRIVILEGIO

Es triste ver día a día como el mundo “cristiano” se engaña y es engañado, al no entender cuál es nuestro papel de Embajadores, nuestro papel de SIERVOS de Dios. El Señor fue muy enfático con sus seguidores al tratar el tema, veámoslo:
 
Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. - Mateo 20:25-28
 
Definitivamente es necesario entender nuestro papel como SIERVOS del Señor, entregándolo todo, sin esperar nada a cambio. Como siervos de Dios no tenemos porque seguir los modelos del mundo, nuestra mira debe estar en SERVIR desinteresadamente, sin esperar NADA a cambio.
 
Nuestra vida debe estar bañada de humildad y de sinceridad, siguiendo el divino modelo del Señor Jesucristo, entregando mi vida en pro de la salvación de las almas de los hombres, sin esperar nada a cambio. Debemos entregarnos aún más a la Obra del Señor, dispuestos a servir, dispuestos a darlo todo, sin refunfuñar, sin orgullo, antes, con mucha humildad, con mucha sabiduría, con mucha sinceridad, entendiendo que lo que está en juego son las ALMAS de los hombres.
 
Si verdaderamente  quiero ser un SIERVO FIEL, debo acatar las recomendaciones que Dios me da en este corto pasaje:
           
ü  Jamás debo pensar en hacerme grande, antes por el contrario, cada día más humilde
ü  Cualquier cosa que Dios me permita hacer debe pasar desapercibida ante los ojos de los hombres.
ü  En la Obra del Señor no estamos para ser servidos, sino para servir
ü  Nuestro servicio debe ser incondicional, sin esperar nada a cambio
ü  Debo entregar mi vida por la salvación de las almas de los hombres
ü  Debo renunciar a todos mis derechos, callar y actuar sabia y prudentemente
 
Dios nos enseña hoy acerca de la  HUMILDAD en el trabajo para Dios, en Su Obra. ÉL es un Dios EJEMPLAR que a través de su Hijo Jesucristo nos dio el EJEMPLO de suprema HUMILDAD, entregando su vida por los demás.
 
Me impacta sobremanera la comparación que hace entre los gobernantes y los verdaderos siervos. No debemos enseñorearnos de los demás, sino servir y dar ejemplo de humildad.
 
 Es importante aplicar estos principios a nuestras vidas callando, sufriendo, agradando a Dios en TODO cuanto sea posible, no dando la más mínima posibilidad de que se hable mal de mí, siendo MANSO y HUMILDE de corazón. Ojalá estas palabras de Jesús retumben siempre en nuestras mentes y en nuestros corazones:
 
Llevad mi yugo sobre vosotros,
y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas - Mateo 11:29

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias, que bueno recibir este alimento Bíblico :)