Un saludo muy especial para todos, el miércoles de la semana pasada salí con destino Popayán y luego Cali, a la obra misionera llegue el domingo en la noche. Dios sigue obrando en los corazones de los caleños, ahora hay un buen grupo de creyentes maduros que son la base de la iglesia, además tuve la oportunidad de conocer una nueva capital de Colombia para Cristo, es Popayán, una ciudad muy fresca que en esta época de invierno recibe la lluvia del cielo que según lo cuentan y lo comprobé a la misma hora. Esta ciudad esta muy golpeada por todo lo de las pirámides, la economía ha bajado ya que todas las personas (un 80% de la población adulta) vendieron sus propiedades, tomaron ahorros o hicieron para meterlos a estos negocios de dinero “rápido” ahora la gente esta triste, sin aliento y sin esperanza.
A este grupo de personas tuve que llegar para animar y mostrarles como depender de Dios.
Con la mayoría de creyentes de esta ciudad compartí este pasaje:
Prov. 20:21
Los bienes que se adquieren de prisa al principio, No serán al final bendecidos.
Que verdad tan básica y tan profunda, el desconocimiento de esta verdad unido con la avaricia tienen hoy a muchos colombianos en la quiebra o con una gran perdida económica, así que tengamos cuidado cuando nos dicen que nos podemos hacer ricos rapidito, los negocios raros, los ilegales, las loterías etc. porque a la final si estos bienes llegan no serán de bendición.
Seamos buenos administradores de los recursos que Dios nos da.
2 comentarios:
Asi es Dieguito. Con calma y sin avaricia. Pesito a Pesito; y si Dios quiere Milloncito a Milloncito, EL mismo lo irá poniendo.
Un abrazo,
Javi.
Hola Dieguito...
Definitivamente todo esta escrito...
Un abrazo
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