Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche." - Salmo 1:1-2.
Esta noche algo sencillo pero de un impacto profundo en nuestra vida. Dios es claro en cuanto a Su deseo de que sus Hijitos nos acerquemos a Él. Dios anhela y nosotros necesitamos de ese momento de intimidad profunda con Dios, en el que llegamos delante del trono de la gracia para hablar con Él y entonces escuchar Su Palabra.
Dice el Salmo que acabamos de leer, que somos bienaventurados (nos va a ir bien), cuando nuestro deleite está en la Palabra de Dios y no en las cosas de este mundo. Es decir cuando meditamos en ella, cuando de día y de noche ella (la Palabra de Dios) está presente en nuestros pensamientos y corazones; y cuando actuamos conforme a lo que Dios nos enseña por medio de ella.
Ten mucho cuidado de descuidar tu lectura honesta de la Palabra de Dios. Los creyentes hoy en día nos acostumbramos a asistir a un servicio dominical creyendo que esto es suficiente para andar en comunión con nuestro Padre, pero cuan equivocados estamos. Necesitamos diariamente de nuestro alimento espiritual, sin el cual nuestras vidas no se pueden sostener.
"Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien."
Nos vemos mañana,
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