viernes, 14 de septiembre de 2018

¿ A DÓNDE DEBEMOS MIRAR ?



La situación actual del mundo en este 2018, me atrevo a decirlo, es tal vez la más difícil de todos los tiempos, y esto debido a que el mundo entero ha dejado a Dios a un lado, se ha olvidado de ÉL, el irrespeto por ÉL es indescriptible y vergonzoso.  Dios quiere recordarnos en 2 Corintios que nuestra mira debe estar siempre en las cosas celestiales, ese es el deseo de Dios, en eso debemos enfocarnos, veamos:

16Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 1Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. - 2 Corintios 4:16-5:5

Es muy cierto que todos pasamos momentos de dificultad: Salud, recursos, trabajo, enfriamientos, persecuciones, etc, pero estoy seguro de que Dios permite estas cosas en nuestras vidas para nuestro bien, para nuestra formación, para enseñarnos algo, especialmente para mostrarnos su Gracia y su misericordia y también para moldearnos a la imagen de su Hijo Jesucristo.

Lo que vivimos nosotros sus hijos, realmente son tribulaciones momentáneas a través de las cuales Dios se glorificará. Como auténticos creyentes debemos quitar nuestra mira de las cosas materiales y enfocarnos en las cosas espirituales que son las que realmente valen porque son eternas.

Vemos que nuestros cuerpo se deshacen poco a poco, hay quebrantos de salud en muchos de nosotros que nos atormentan, pero debemos tomarlos de una manera natural, entendiendo que es el desgaste debido al pecado y a los errores del pasado, y en medio de ellos, debemos enfocarme en lo eterno, en lo que viene, en nuestra estadía eterna en los cielos en un cuerpo totalmente renovado, sin angustias, sin dolores, sin quebrantos.

Nuestra mira debe estar puesta en la eternidad y en las cosas espirituales, trabajando en bien de las almas de los hombres y no en estos muy pocos años o meses que nos quedan sobre esta tierra. Tenemos la GARANTÍA de que podremos disfrutar eternamente de la presencia de Dios, y esa garantía es el Espíritu Santo morando en nosotros.  

 Algunas RECOMENDACIONES bien claras:      
  • No enfocarnos en las cosas materiales, son pasajeras
  • Poner nuestra mira en las cosas celestiales que son las que realmente valen, porque son eternas.
  • Entender que donde esté nuestro tesoro, allí estará nuestro corazón.
  • No angustiarme por este cuerpo carnal que ya está cumpliendo su ciclo debido al mal trato que le he dado, sino enfocarme en lo eterno
  • Aprovechar mi poco tiempo de vida para glorificar a Dios, esperando las recompensas eternas que son las que realmente valen.


Pongamos la mira en las cosas celestiales

1. Debemos despreocuparnos por completo de la parte material (aún los dolores) y enfocarnos en la morada eterna (Celestial) (Vs 16-18)
2. Debo entender que para mí el morir es ganancia y quitar todo temor de mi vida (Vs 1-3)
3. Debo entender y confiar que tengo las arras del Espíritu que me dan la confianza de una morada celestial  (Vs 4-5)

Dios nos recuerda hoy nuestro el enfoque en las cosas eternas, y gracias al DIOS que tenemos, un Dios consolador que nos anima a seguir adelante mirando lo que realmente vale la pena, las almas de los hombres

Llama la atención en este pasaje el ver la claridad con que Dios nos muestra día a día de que no debemos preocuparnos por las cosas materiales, y nos lo recuerda precisamente en los momentos en que más angustia sentimos algunos por la estrechez de recursos y por los problemas de salud..

Adelante jóvenes, apliquemos esta enseñanza tan fundamental, dejando todas nuestras cargas en manos de Dios, despojándonos de toda angustia y dando consuelo y aliento a las personas que están a nuestro lado primeramente, a nuestra familia y a nuestros hermanos en la fe.

Fabio