viernes, 5 de abril de 2019

EL AMOR AL DINERO



Es impactante ver como la Palabra de Dios aplica a cada momento de la historia. Hoy mismo en pleno 2019, estamos viendo como el amor al dinero, la vanagloria de la vida, los deseos de los ojos y de la carne, están llevando al mundo entero a un caos total, un mundo totalmente corrupto, cada uno buscando la forma de enriquecerse a costillas de los demás, sin ningún tipo de principios morales, es triste y lamentable, pero si Dios lo escribe es porque ÉL conoce la naturaleza pecadora del hombre. Veamos:

10El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad. 11Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos? 12Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia. 13Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal; 14las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano. 15Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. - Eclesiastés 5:10-15

El dinero nunca ha sido, ni será la felicidad del mundo. Lo más sabio, es tener lo necesario, sin llegar a amar el dinero, ya que este jamás saciará nuestras vidas. El que ama el dinero se vuelve esclavo del mismo, se convierte en su ídolo y ya no puede ni dormir y mucho menos disfrutarlo pensando en que se irá de sus manos.

El dinero es solamente vanidad, es una máscara falsa que domina nuestra sociedad y el que nos ha llevado a un estado tan lamentable (I Timoteo 6:3-10). Nuestro clamor diario debe ser: Dios mío, no me des riqueza ni pobreza, dadme el pan necesario (Pro. 30:7-9).

Es necesario que clamemos a Dios para que sea ÉL quien gobierne nuestras vidas, quitando de nosotros cualquier afán por hacernos ricos. Lo he visto, lo he vivido casi en carne propia. El dinero es un cáncer que carcome a la humanidad, de manera que ¿Por qué enamorarnos de él?. Lo que Dios dice es muy real, la gente anda tras las riquezas de los demás, uno tiene “amigos” cuando tiene riquezas.

El buen consejo de Dios es que descansemos en paz, contentos con el día a día que Él nos regala (Mateo 6:33). Es lamentable ver como mucha gente se concentra en acumular más y más riquezas sin importarle como las consiga, sabiendo que se esfumarán y que una vez que mueran NADA podrán llevarse…¡ Que tristeza !

Varias RECOMENDACIONES  muy sabias:
  • Disfrutar PLENAMENTE de los que Dios nos da día a día… Nada de AVARICIA ni AFÁN por RIQUEZAS
  • No enamorarnos del dinero
  • Entender que jamás nos saciaremos con el dinero
  • Comprender que ningún fruto sacaremos del amor al dinero
  • Dejar la vanidad a un lado y vivir conformes teniendo sustento y abrigo
  • No afanarnos por hacernos ricos, vivir contentos con el pan que Dios nos da día a día
  • El dinero es algo que se esfuma y solo trae desgracias
  • Descansar en paz con lo que Dios nos da
  • Quitar de nosotros el afán por hacernos ricos, lo cual de nada bueno servirá.
  • Entender que al morir, nada nos llevaremos


El amor al dinero… Muy grave

1. El amor al dinero es pura vanidad, no aprovecha (Vs 10-11)
2. El amor al dinero esclaviza y acaba con la paz (Vs 12)
3. Así como vienen las riquezas, así se esfuman (Vs 13-14)
4. Nada llevaremos a la tumba (Vs 15)

Dios nos ha recordado hoy acerca del tema del amor al dinero, la triste vida de los que se dedican a hacer riquezas. Es una enseñanza que viene de un Dios humilde, que día a día nos enseña sobre la manera de vivir justamente con lo que ÉL nos da. Un Dios que nos dejó el ejemplo claro de un estilo de vida digno, con humildad, en la persona de Su Amado Hijo Jesús, y en cada uno de los apóstoles.

Creo que es un pasaje que impacta y nos ayuda a tener más claridad sobre la importancia de vivir gozosos con lo que Dios nos da, sin envidiar para nada a los que tienen mucho. Lamentablemente el estado final de ellos será muy triste, irán a un infierno eterno y no podrán llevarse nada, absolutamente NADA.

Jovencitos, es para aplicarlo YA MISMO, siendo sabios en el manejo de los recursos que Dios nos da, no desperdiciando nada y siendo agradecidos por el techo, el abrigo y el alimento que Dios nos da todos los días.

Fabio