jueves, 26 de agosto de 2010

SOMOS FUERTES

Salmo 84:5
“5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,En cuyo corazón están tus caminos.”

Podríamos ver en la biblia muchos pasajes de lo poderoso y omnipotente que es Dios, pero con este pasaje tan sencillo Dios solo quiere recordarnos que toda esa fuerza, él nos la da cuando en realidad le entregamos cada detalle de nuestra vida para que el haga.

En la carne muchas veces queremos levantar cargas sin contar con Dios pensando que si podemos. Esto produce un desgaste físico y espiritual que muchas veces nos aleja de él y desafortunadamente el enemigo esta feliz por eso.

Hoy quiero que entendamos que si estamos pasando por una situación como esta, Dios esta al lado nuestro esperando que le pidamos ayuda. Para él va a ser como levantar una pluma y nos va a permitir descansar.

Jóvenes, si tenemos algún peso o carga que nos esta desgastando, el trabajo, amigos, familia o un pecado, Dios promete que es bienaventurado el que deposita en el todas sus fuerzas y sirve a el de corazón.

Como siempre los animo a reclamar esta promesa y a servirle a él estando descargados.

1 corintios 1:25
“25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.”

Efesios 6:10
“10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.”

Lindo día =)

miércoles, 25 de agosto de 2010

UNA FRASE…


Si esto es de Dios no me dejes despreciarlo; pero si es el diablo no me dejes abrazarlo… Juan Bunyan.

Que importante es aprender a discernir entre lo bueno y lo malo. Entre lo que proviene de Dios como nuestro Padre, y lo que proviene del diablo quien una vez fue nuestro padre.

Leyendo la biografía de este siervo del Señor, me encontré con esta frase que por cierto me llevó a meditar en cuanto a la forma como recibimos las cosas que llegan día a día a nuestra vida.

No todo lo que aparentemente parece bueno proviene siempre de Dios. Así como no todo lo que aparentemente es malo, proviene siempre del diablo. Oremos y pidámosle a Dios un corazón sensible para aprender a discernir entre lo bueno y lo malo.

Recuerda siempre que las apariencias son engañosas al igual que nuestro corazón.

Si esto es de Dios no me dejes despreciarlo; pero si es el diablo no me dejes abrazarlo… Juan Bunyan.


Nos vemos mañana,

martes, 24 de agosto de 2010

HERENCIA DE JEHOVA SON LOS HIJOS


Salmo 127:3-5 "He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos".

Dios en su Palabra nos enseña hoy que los hijos que él nos da son herencia suya.
Igualmente Dios nos recuerda que los hijos nos hacen bienaventurados. Desde que nació Juan Felipe, en nuestro hogar siempre ha habido prosperidad. Dios ha multiplicado su provisión día tras día y nos ha permitido disfrutar de salud, y muchas bendiciones. Nuestra casa pasó de los colores blanco, beige, negro, a colores verdes, azules, amarillos... caminamos y nos tropezamos con carritos, pelotas, pañales limpios y sucios, etc...

Ver la obra de Dios en nuestro hijo nos ha permitido además valentía. Dios nos hace más fuertes en la vida cuando tenemos hijos, porque Dios nos permite comprender lo que es un amor verdaderamente sacrificial: "el amor por los hijos"... recuerdo hace poco cuando enfermó y estuvo hospitalizado... Dios usó esta prueba en nuestras vidas de manera tremenda y con decisiones definitivas en nuestro matrimonio.

Siendo padre ya después de dos años, cada vez de manera vivenvial, Dios me permite tratar de comprender el amor tan grande que tiene por nosotros y por el mundo perdido. Nos entregó a su hijo, a su unigénito, para morir por nuestros pecados y regalarnos la vida eterna.... qué tremendo... cuánto amo a mi hijo... cuando dolor siento cuando se cae y se hace un chichón en la cabeza... cuán grande es el amor de Dios que dio TODO, la vida de su hijo por nosotros los pecadores... que pequeños somos Señor!!

Joven hoy te quiero desafiar a que te guardes (joven, jovencita). Guardes tu cuerpo para el hombre o la mujer que Dios tiene para tu vida. Que obedezcas a Dios a recibir su herencia de ser padre en el contexto del matrimonio y no fuera de él.
Si el pecado de la fornicación está tocando a tu puerta, o ya le abriste o llega a tocar a tu puerta, acuérdate de esta promesa de Dios... cierra la puerta y espera el matrimonio...


Que tengas un día lleno del Señor!!