sábado, 29 de junio de 2013

INFIDELIDAD


Esta semana todo el Capítulo XVI de libro de Ezequiel estuvo dando vueltas en mi cabeza y quiero hacer una comparación respecto de la situación descrita para Jerusalén y lo que ha pasado en  nuestras vidas y lo que podría pasar si somos infieles al amor de Dios:

El aspecto bueno

En la primera parte del capítulo se describe como los humanos condenados a un destino trágico, gracias a la misericordia de Dios pueden transformar su vida y gozar del amor del Señor.

1.     Jerusalén al igual que cada uno de los seres humanos tuvo un nacimiento terrenal (vs 1-4).
2.     Jerusalén así como los habitantes de la tierra quedó a la merced del mundo y sus circunstancias (vs 5-7).
3.     Jerusalén al igual que nosotros nació de nuevo y tuvo una nueva vida gracias a Dios (vs 6).
4.     Dios puso sus ojos en Jerusalén como también los puso en nosotros, nos dio su amor y somos de él (vs 8).
5.     Nuestro Padre eterno demostró su amor con Jerusalén así como lo demuestra con nosotros diariamente (vs 9-14).

El aspecto malo

En la segunda parte del capítulo se describe como aun teniendo el amor perfecto de Dios podemos fallarle y vivir como si no hubiésemos sido rescatados del mundo.

1.     Jerusalén confió en sí misma y falló, nosotros podemos cometer el mismo error (vs 15-19).
2.     Jerusalén cometió pecados inimaginables después de estar unida a Dios, nosotros podemos caer si nos soltamos de la mano del Señor (vs 20-21).
3.     Jerusalén olvidó las condiciones de su vida pasada y de la transformación que había ocurrido en ella, nosotros podemos desconocer la obra del Señor y tenerla por poca cosa (vs 22-29).
4.     Jerusalén tuvo un corazón inconstante frente al amor de Dios y fue infiel a ese amor, nosotros podemos tener esa misma forma de actuar (vs 30-34).

El celo de Dios

En tercer lugar Dios nos muestra el dolor que siente por la traición. 

1.     Jerusalén es comparada por Dios con una prostituta, nuestras acciones pueden ser semejantes a las del peor de los delincuentes (vs 35-37/43-58).
2.     Jerusalén sufrió la disciplina de Dios, nosotros deberemos responder por nuestras actuaciones después de nuestra salvación (vs 38-42).

Finalmente Jerusalén es restaurada y Dios glorificado, como de seguro pasará en nuestras vidas (vs 59-63).

Jóvenes, el ideal de la vida cristiana es que en nuestra existencia en la tierra solamente se cumplan los 5 primeros aspectos descritos en el capítulo que analizamos hoy, sin embargo, sí somos infieles a Dios, al igual que una ramera vendemos nuestro cuerpo, que ya no es nuestro sino de nuestro Padre Celestial y templo del Espíritu Santo, traicionaremos el amor más puro y sagrado que pueda existir, sufriremos las consecuencias y seremos un obstáculo para el avance de la obra divina, la qué con o sin nuestra participación se cumplirá, pero en su debido tiempo rendiremos cuenta del tropiezo que ello significó para la salvación de las personas de nuestro entorno más cercano y el fruto que como pámpanos de la vid verdadera deberíamos producir, recordando siempre que: 

"… es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo" (II de Corintios 5:10).

Nada puede compararse con el amor de Dios y nada puede justificar nuestra infidelidad, cuando el mundo nos ofrezca un precio para prostituirnos recordemos el precio más alto jamás pagado por el alma de un ser humano: la muerte de nuestro SEÑOR y SALVADOR JESUCRISTO en la cruz.

viernes, 28 de junio de 2013

LA PALABRA DE DIOS LIMPIA NUESTRO CAMINO


Una de las EVIDENCIAS de que realmente somos salvos, es ese amor que debemos tener por la Palabra de Dios y el deseo permanente de VIVIRLA a fin de que haga en nosotros ese proceso de purificación, de limpieza, de SANTIDAD PROGRESIVA.

Una Biblia que está hecha pedazos,
usualmente pertenece a alguien que no lo está :
Charles Spurgeon

Dios ha puesto en el libro de los Salmos un pasaje tremendo que realmente muestra lo que Su Palabra puede hacer en nosotros. Te invito a que reflexiones por unos minutos sobre este pasaje en el Salmo 119:9-16

¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos.  13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Me he gozado en el camino de tus testimonios  Más que de toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. 16 Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. 

La única forma de andar por el CAMINO recto, sin andar de caída en caída y sin avergonzarnos a cada momento delante de Dios, es GUARDANDO su Palabra, conociendo y viviendo sus Mandamientos. Dios nos ha dado el más precioso manual, en donde cada día nos da más y más enseñanzas para vivir rectamente. Es nuestro deber, abrirlo, meditarlo, guardarlo y ponerlo en práctica a fin de que nuestros caminos sean RECTOS y JUSTOS, a fin de no andar de pecado en pecado avergonzados delante de Dios.

Ahora, no tenemos más que clamarle a Dios que no nos deje desviar de Sus Caminos, obedeciendo sus mandamientos. Es mi deber GUARDAR los dichos de Dios para tenerlos siempre presentes y así, no pecar contra ÉL. Dios mío, enséñame tus estatutos. Diariamente debo clamar a Dios para que me enseñe sus estatutos, a fin de poderlos contar con mi propia boca. Debo gozarme diariamente viendo el resultado de andar en el camino de sus testimonios, esto vale más que cualquier riqueza del mundo. Debo meditar diariamente en sus mandamientos, debo considerar siempre los caminos de Dios. Debo regocijarme diariamente en cada una de sus enseñanzas y jamás dejar caer a tierra una de sus Palabras.

Sus Palabras, sus mandamientos, sus estatutos, sus preceptos deben ser una delicia para mí, deben estar en mi mente y en mi corazón para VIVIRLOS cada día que Dios me regale sobre esta tierra.

A propósito, te dejo algunos Mandamientos que Dios nos da en este corto pasaje:

Ø  Leer, meditar, guarda y VIVIR la Palabra de Dios.

Ø  Limpiar nuestro camino, viviendo cada una de las enseñanzas de Dios.

Ø  Estar diariamente en su Palabra poniendo todos los sentidos para comprenderla y practicarla. 

Ø  Pensar a cada instante si lo que hacemos realmente AGRADA a Dios. 

Ø  Buscar a Dios de corazón y pedirle que NO nos deje desviar de sus mandamientos.

Ø  Guardar los dichos de Dios para no pecar contra ÉL.

Ø  Bendecir a Dios clamándole que nos enseñe a cada momento sus estatutos.

Ø  Pedir al Dios Bendito que me enseñe sus estatutos. 

Ø  Debo contar con mis labios todos los juicios que han salido de la boca de Dios. 

Ø  Debo gozarme en el camino de los testimonios de Dios más que de toda riqueza. 

Ø  Meditar en sus Mandamientos y seguir sus caminos. 

Ø  Regocijarme en sus estatutos. 

Ø  No olvidarme jamás de las palabras de Dios. 

Ø  Guardar, meditar y VIVIR su Palabra de día y de noche, obedeciéndole, agradándole y glorificándole en TODO.

Ø  Tengo TODAS las herramientas y ayudas para ser FELIZ, debo disfrutar de la presencia de Dios en mi vida. 

Ø  Debo TESTIFICAR al mundo entero de las maravillas que Dios hace.

¡¡¡ Te deseo que disfrutes cada día de tu vida a la LUZ de la Palabra de Dios !!!

miércoles, 26 de junio de 2013

MURIENDO PARA DAR VIDA

2 reyes 13: 21 Y aconteció que al sepultar unos a un hombre, súbitamente vieron una banda armada, y arrojaron el cadáver en el sepulcro de Eliseo; y cuando llegó a tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió, y se levantó sobre sus pies.

En medio de la muerte de Eliseo, un gran profeta de Dios, ocurre algo sorprendente, un milagro que podemos tomar para sacar un cuadro espiritual acerca de la salvación.

Un hombre de Dios como Eliseo muere, un hombre inconverso que también ha muerto cuando tiene contacto con el cuerpo de Eliseo recobra la vida.

Juan 12:24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere lleva mucho fruto. 

La aplicación para el creyente es morir a su carne, morir al pecado, morir a sus placeres, a la comodidad, al egoísmo para que otros que están muertos porque no tienen a Jesús tengan contacto con nosotros, escuchen claramente el evangelio que da vida y se salven, tengan vida eterna.

El desafío es a estar con cristo juntamente crucificados, para que viva Cristo en nosotros y para que el que está muerto sin Cristo tenga ahora vida eterna.

martes, 25 de junio de 2013

EL MEJOR DÍA DE TU VIDA

Un hombre cojo de nacimiento por más de cuarenta años me recordó el mejor día de mi vida, cuando por la pura gracia de Dios se fijo en mi, un hombre pecador, pero no vio mi pecado sino que me amó y me salvó.
 
Esta historia esta registrada en los Hechos de los apóstoles el capítulo 3 y los versículos del 1 al 10.
 
Algunos detalles de este hombre: Cojo de nacimiento, tenía más de 40 años (un tiempo de pruebas), pedía limosna en la entrada del templo la hermosa todos los días. Pero un día paso algo asombroso con este hombre.
 
Todo empezó cuando dos hombres Pedro y Juan, fijaron en él la mirada (ver. 3: 4). Cuantos de nosotros ni determinamos a estas personas, o nos creemos la mejor cosa porque ya somos salvos y no vemos que estábamos en la misma condición. Lo siguiente, ellos le dijeron: Míranos. Y él estuvo atento a ellos esperando recibir de ellos algo. (ver. 5).
 
Ya tenían toda la atención de este hombre y le dicen: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda (ver. 6).
 
(Ver. 7) Este hombre al instante se le afirmaron los pies y tobillos.
 
Una mirada cambió la vida por completo de un hombre pecador como tu o como yo; tanto que tenemos que aprender y pedirle a Dios que nos de sus ojos para mirar con ojos de amor al hombre pecador y que tiene tanta necesidad de Jesús. Esto causó que él se fijara en ellos porque esperaba algo de ellos. La gente espera algo de nosotros y es que les demos las buenas nuevas del evangelio, es lo mejor que podemos ofrecer, el tesoro más valioso que el oro y la plata, es lo que tenemos, lo que Dios nos ha dado.
 
Por ultimo por la fe de este hombre ocurrió el milagro, fue sano, Jesús le sano sus heridas, cubrió su pecado, lo quitó para siempre y fue afirmada su vida, Dios lo levantó y lo afirmó y cambió por completo su vida.
 
El resultado de esto es gloria (ver. 8), "y saltando, se puso en pie y anduvo; y entro con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios."
 
Es una historia que nos representa muy bien, gracias a la misericordia de Dios, a su inmenso amor, por su salvación tan grande.
 
La gloria sea a Dios por siempre.
 
Un abrazo.


lunes, 24 de junio de 2013

3 VERBOS. PARA HACER ¡YA!

“2:1 Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo, diciendo: 2:2 Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre. 2:3 Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; 2:4 para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.”


Dios por medio del concejo que David da a Salomón en sus últimos días quiere enseñarnos hoy tres cosas básicas para nuestra vida. Tres mandamientos con promesa para que prosperemos en todo lo que hagamos o vayamos a hacer.

1.    Guardar los preceptos de Jehová: insisto en la palabra guardar porque cuando guardamos algo, lo hacemos con cuidado, no lo dejamos por ahí, sabemos dónde se encuentra en el momento que necesitemos usarlo y lo mantenemos a salvo. Así debe ser nuestra actitud con los mandamientos que vemos día a día; atesorarlos.

2.    Andando en sus caminos: todos los días, si estamos en la palabra de Dios, él nos construye una senda para caminar, nos lleva de su mano y solo te animo con este punto a que no te sueltes, el enemigo te quiere desviar todos los días y por eso David insiste en que andemos en sus caminos.

3.    Observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios: fijemos en cada palabra, cada detalle. Tomémonos el tiempo para desmenuzar con nuestra lectura diaria cada palabra que vemos en la biblia, no permitamos que alguna distracción nos quite de vista todo lo que Dios tiene para nosotros cada día.

3 mandatos que aplicados a nuestra vida nos van a traer solo bendiciones por parte de Dios. Te animo a aplicarlos.
Lindo día.