Yo planté, Apolos
regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.
Así que ni el que planta es algo, ni el que
riega, sino Dios, que da el crecimiento.
Y el que planta y el que riega son una misma cosa;
aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y
vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido
dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero
cada uno mire cómo sobreedifica. I
Corintios 3:6-10
Muy buenas tardes para todos, me gustaría compartirles
devocionalmente algo que me enseñó Dios y tiene que ver con el discipulado que
se realiza en la Iglesia local, en misiones y aún en cada conversación que
tengo con los creyentes o incrédulos.
El apóstol Pablo se encuentra escribiendo a la Iglesia de
Corinto y me impactaba la manera en que Dios en su infinita misericordia nos
tiene en cuenta para llevar su mensaje de salvación y nos usa como instrumentos
suyos para edificar y sobreedificar a los creyentes, Pablo compara el proceso
en el que la palabra llega al creyente hasta el crecimiento espiritual que dura
toda la vida con el de una planta. Pablo PLANTÓ, Apolos REGÓ pero el
CRECIMIENTO lo da DIOS, tenemos la responsabilidad de llevar la semilla, plantar
la semilla, la palabra de Dios y regarla con más palabra de Dios, pero es Dios
quien da el crecimiento, de nada sirve si se planta, se riega y luego se
marchita, es nuestro Señor el que hace todo, por eso no podemos gloriarnos sino
en Él.
Luego el vr 7 dice que el que planta y el que riega son
iguales somos nada, ya que es Dios quien cuida el crecimiento de cada creyente,
nuestra labor, como he aprendido últimamente es orar y orar y orar mucho para que ese fruto
permanezca.
También me impactaba que tanto el que planta como el que
riega recibirán su recompensa debido al trabajo personal de cada uno, todos
rendiremos cuentas a Dios de manera personal por la manera en que edificamos y
esto incluye aún las conversaciones cortas o largas que tenemos con los
creyentes ya que algún consejo o frase puede marcar mucho a un creyente y
llevarlo a tomar decisiones, (Dios siempre esta en control) por lo tanto debe
ser la Biblia quien nos hable o simplemente referir a ese creyente a los
pastores de nuestra Iglesia.
Somos colaboradores de Dios, por su misericordia, nos tiene
en cuenta como sus ayudantes, como sus siervos y debemos hacerlo con tacto,
como arquitectos cuidadosos, mirando como estamos edificando o sobreedificando
sobre algún creyente, esto me lleva a pensar en los creyentes que reciben cada
8 días a un misionero diferente y las responsabilidad de cada uno para
sobreedificar con mucho cuidado, algo que todos debemos tener en cuenta a la
hora de discipular o aun de ser discipulados.
Un abrazo, Feliz semana de sobre edificación bíblica, Sigamos
orando por Dany y Johanita!!